Montesinos Vial regresa a la ciudad que se lo dio todo
Ganador del Salón de Julio, Salón de Octubre y uno de los pioneros en las exposiciones del barrio Las Peñas, el artista azuayo Ramiro Montesinos Vial trajo al Museo Luis Noboa Naranjo (P. Icaza 302 y Córdova esquina, primer piso alto) su más reciente muestra De las ucuyayas al Universo en un cascarón de nuez. Se inauguró ayer, con la intervención musical de una nueva formación del grupo Andaluzía -Jorge Vega, Tito Falquez y el dueto de guitarristas original Christian Robinson y Carlos Hernández- y un homenaje al fallecido periodista y crítico de arte Luis Martínez Moreno, conocido como Zalacaín, por su trayectoria.
Montesinos Vial presenta, desde la semana pasada, algunos cuadros que pintó a sus 8 años, que no están en las paredes del museo porque ya no entraban, luego de disponer más de 230 obras de 2.000, seleccionadas con ayuda de su esposa y uno de sus hijos que lo acompañaron durante los 3 días de montaje en Guayaquil. Dice que aún no tiene un taller, que alguna vez pintaba en las calles, a la par que se desenvolvía como betunero, ahora pinta en los parques y cafeterías, con un intervalo de momentos de locura en Las Peñas cuando vivía Ramiro Jácome, con el poeta Carlos Eduardo Jaramillo y su gran amigo Carlos Catasse.
A punto de cumplir sus 65 años dice que sin equivocarse su hija Dániba Montesinos, arquitecta de profesión, es una de las artistas más relevantes del país y por ello pidió permiso a la administración del Museo Luis Noboa Naranjo para incluir 4 obras de ella en su exposición; quiso hacer lo mismo con pinturas de su padre. En algún momento, Guayasamín lo llamó el pintor expresionista más importante de su generación, palabras que se reproducen a la invitación al acto de apertura de la muestra.
Aunque en Quito ya se dio una muestra similar a la actual, Montesinos Vial admite que esta será la primera vez que obras de su hija se mezclen con sus pinturas sobre las ucuyayas, diseños para vitrales de la Catedral de Guayaquil llamados las piedades, sobre el Holocausto, de Manuela Sáenz, Bolívar, la catedral de Gaudí, autorretratos, de la AGD, las Meninas, diseños para vestidos en homenaje a la mujer, entre otras temáticas –el accidente del tren en Atocha y la caída de las torres gemelas-.
Lo de la Catedral de Guayaquil fue casi un hecho, luego de que tuviera una reunión de más de 2 horas con el alcalde Jaime Nebot, presentándole sobre una mesa más de 1.000 diseños, pero al reunirse con el director de urbanismo Luis Pérez Merino el tema se diluyó, también por el elevado presupuesto –para desbrozar de la deuda externa según él- que le presentaron los encargados de las finanzas del proyecto. Es creyente que los malecones necesitan una megaobra para destacar más su belleza y piensa en una estructura tipo castillo, como una joya con placas de plástico de colores y dibujos, de material liviano que se ilumine de noche y esté sobre un caminito por el río Guayas, y sea inaugurado con el canto de Andrea Boccelli, a quien pensó en traer para interpretar el Ave María en su versión de la Catedral, de 360 metros de altura.
Lo de los vestidos fue un trabajo junto con Olga Doumet que generó una prenda que se exhibe actualmente en Cuenca, pero Montesinos Vial trabajó cientos de bocetos y continúa con su tendencia de diseñar todo, como frenos para los caballos y monturas. El artista, a pesar de su limitada formación educativa, es considerado el inventor de una técnica que utiliza en pintura y escultura, la empezó con aserrín y la trabaja con tierra desde que por un viaje a Loja descubrió los colores que muestra este material que él tamiza con un cedazo y le pone cebos para luego acabar las obras “friendo” con soplete, quemándolas.
Siempre pone la fecha en sus obras como compromiso para seguir avanzando y en el Museo Luis Noboa Naranjo tiene obras de los 70, 80, 90 y hasta 2011, muchas dedicadas a la mujer porque tiene el objetivo de que la imagen de Manuela Sáenz se convierta en la que se reproduzca en los libros de texto y de historia, y que como ella la mujer dejé de ser depredada, a pesar de su gran astucia y de que delante de un hombre siempre hay una gran mujer.
Montesinos Vial considera que el traer tanta obra original enmarcada con pan de oro es la posibilidad de homenajear al museo, dirigido por su amigo Pablo Martínez que lo invitó casualmente a exhibir en las salas que posee la entidad, y desde entonces él planeó todo para que las obras quepan en el museo y luzcan en sus paredes y con su iluminación particular.
La obra se exhibirá hasta el 20 de diciembre, mientras el artista continuará con sus continuos periplos a Guayaquil para desestresarse, comer el arroz con menestra, que tanto le gusta, y disfrutar con su familia.