Lionel Messi era una fábula de los comentaristas deportivos antes de que llegara a las canchas. Fue la sorpresa de Salvador Aparicio cuando debutó en el Grandoli y, años más tarde, la mejor apuesta de Carles Rexach, el entrenador del Barcelona que le dio el ‘sí’ a su estancia en el equipo en el que cada año se supera a sí mismo.

Desde entonces, la historia del fútbol es otra y en un momento en el que aún su carrera está definiéndose, se estrena un documental sobre su vida.

Messi dirigida por Álex de la Iglesia, uno de los cineastas más importantes de habla hispana, y escrita por el exfutbolista Jorge Valdano, llegó a los cines españoles el primer día de 2015. Según los medios de dicho país, lo hizo de manera silenciosa, pero con sala llena. Y sin que haya pasado tan solo una semana de su primera proyección pública —la primera fue durante el Mundial ante periodistas y figuras del deporte— ya tiene su calificación en el portal IMDB. Los fans de Messi y del cine de Álex de la Iglesia sentencian al documental con un 7,6.

Para Álex de la Iglesia trabajar en el documental de Messi fue un desafío. ¿Por qué lo hizo?, le preguntamos en su visita a Ecuador durante el Festival de Cine de la Orquídea, en Cuenca. Su respuesta fue la más sincera del mundo: “porque me lo pidieron”. El encargo lo hizo la FIFA y la productora Mediapro.

“El productor me lo encargó. Y precisamente por lo alejado que es a mi manera de trabajar y a mi manera de comportarme, lo escojo porque también me gusta hacer cosas que no tengan nada que ver conmigo. Aparte de ser un director con unas intenciones y unos objetivos cinematográficos también soy un profesional, o al menos eso creo. Soy una persona que dirige lo que el productor pide”, dijo el director.

Entonces, De la Iglesia tomó el reto y viajó directo a Rosario, donde hay vivas reminiscencias de los inicios de Messi, la ciudad donde viven aún sus amigos de la infancia y están intactos sus recuerdos cuando de niño los impresionaba con su destreza con el balón y ahora, sostienen la impresión y el orgullo que genera el éxito mundial de uno de los suyos.

En un principio, ni Messi ni su familia quisieron participar en el documental pero cuando vieron los adelantos del filme, se ofrecieron a conseguirle una entrevista con la ‘Pulga’. De la Iglesia se negó ya que consideró que su palabra a esa altura podía “romper” la idea que ya estaba concebida.

En el documental, De la Iglesia hace lo que acostumbra en sus películas, no traiciona sus intereses, intenta que se note ese motivo pero rozando una apuesta extrema, que la película sea lo que quiere contar y que responda a distintos intereses, a la vez.

De la Iglesia considera que “hay que elegir y manejar elementos que van filtrando la película y confirmándola en un target (...) hacer una película es como hacer una fiesta. Lo interesante es hacer que bailen con tu música”, dijo en Cuenca.

En el filme de Messi ratifica una idea con la recreación de su entorno familiar y sus primeras jugadas en fútbol, y la acusación constante contra Messi: Vive en una burbuja.

Para de la Iglesia “no cabe duda de que un jugador está muy protegido por su entorno porque el nivel de presión es muy grande y todos esperan que sea así. Todos esperan que sea siempre el mejor en todo momento, es algo que le ha pasado a todos. Digamos que una de las razones del éxito de ese jugador es su entorno familiar”, dijo. De la Iglesia se conecta con lo que escribió Leonardo Faccio en su crónica ‘Messi el goleador que nos despierta se va a dormir’: A la edad en que todos los niños preguntan, Leo Messi se comunicaba con su maestra a través de una ventrílocua de 6 años. Hoy, como a los genios auténticos, no se le reconocen maestros.

Messi mantiene en el filme su figura distante. Sigue siendo un astro con una pequeña reconstrucción de las circunstancias que lo llevaron a ser lo que es.

La película gira en torno a un pequeño del cual todos conocen su destino y los obstáculos que logra despejar del camino su familia para llevarlo hasta la cancha en la que se glorifica. Aun así, la mejor película de Messi está en la cancha. “Y es que nunca se vio algo parecido adentro de una cancha de fútbol, en ninguna época, y es muy posible que no ocurra más”, decía Hernan Casciari en su apología ‘Messi es un perro’.

Mientras que la mejor película de Álex de la Iglesia sigue siendo, a criterio de muchos, incluido el suyo, Balada triste de trompeta, pues la tiene entre sus favoritas.