“Una noche tuve un sueño. Ese sueño me tuvo a mal traer toda una mañana. Y me senté en el escritorio durante semanas. El tiempo es horrible, el calor es horrible. ‘Acaso no haya más que esto’. De ahí nació La familia del Dr. Lehman”, dijo Sandra Araya desde el país de las calacas tras el anuncio del veredicto del jurado en el Premio Nacional de novela breve ‘La Linares’, convocado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana y la Campaña Eugenio Espejo.

La autora estudió Comunicación y Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Se ha desempeñado como correctora de estilo, profesora universitaria, fabricante de discos interactivos, organizadora de bibliotecas y editora del suplemento cultural CartóNPiedra de EL TELÉGRAFO. Actualmente se dedica a la gestión literaria de forma independiente.

En la obra ganadora “hay un personaje que sirve como conductor de la acción, entonces es una novela introspectiva. Hay muchas impresiones subjetivas. Pero hay también una parte dedicada a las voces, donde el lector debe identificar a quién pertenece cada voz, cada recuerdo, cada impresión”, dijo Araya.

El jurado lo conformaron los académicos Víctor Ivanovici, Iván Ulchur, Fernando Balseca y, los escritores Cecilia Velasco, Raúl Pérez Torres e Iván Égüez.

El jurado consideró la obra de Araya como la ganadora entre las 75 participantes, por ser “novela corta de verdad ‘canónica’: intriga construida y conducida con mano segura, sin divagaciones ni líneas argumentales secundarias que distraigan la atención”.

Una de las menciones de honor de esta convocatoria se entregó a Carla Badillo por Abierta sigue la noche, “realmente breve, densa y ‘agarradora’ pese a la falta de eventos espectaculares. Centrada sobre la psicología del individuo insomne y la extraneidad del mundo de la noche, incurre hasta en lo fantástico (...). Hasta el intertextualismo (levemente pedante) del que hace uso y abuso resulta en última instancia funcional”, según el fallo del jurado.

Badillo además resultó ganadora del Premio Loewe de Poesía, en la sección Creación Joven por El color de la granada. Sobre el libro, el jurado destacó que “es de una gran madurez y concisión, que decanta temas eternos, pero con una gran frescura expresiva y originalidad para la edad de la autora”. Badillo es también periodista, fue redactora de la sección de cultura de este diario hasta fines de 2014.

Las otras dos menciones de honor se entregaron al reciente ganador del Premio Eugenio Espejo por su actividad literaria, Fernando Tinajero con la obra El cuaderno azul; y al poeta Ernesto Carrión por Un hombre futuro. (I)