La Compañía Nacional de Danza del Ecuador, en adhesión al proyecto Yasuní-ITT, de la Presidencia de la República del Ecuador,  que busca dejar bajo tierra el petróleo que se encuentra en territorio de la reserva natural de esa zona,  presenta la obra coreográfica “El humo y el espejo”, del maestro Jorge Alcolea, hoy, a las 20:00, en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura.

La obra  plantea el conflicto entre el hombre y su entorno natural, motiva la reflexión acerca de la relación entre el ser humano y la naturaleza en un mundo en el que los procesos productivos han descuidado la atención y la conservación de los recursos naturales y de los hábitats de especies animales y vegetales, algunas de las cuales se encuentran en riesgo de extinción.

En la puesta en escena, la figura del humo representa la condición actual del ser humano frente a su entorno. Refleja su visión, obstruida por una bruma que tan solo le permite divisar siluetas, debido a las trabas que el sistema ha impuesto en su idea de relación con el mundo natural.

En el espejo, en cambio, el hombre descubre su reflejo, no se descubre a sí mismo en su verdadera esencia, sino tan solo a una réplica exacta de sí, es decir, un espejismo.

María Luisa González, directora de la Compañía Nacional de Danza y directora artística de esta obra, defiende la iniciativa de la institución que dirige como una intención particular de esta entidad por  insertarse en el proyecto Yasuní ITT a través de su participación artística, y servir de ejemplo para otras entidades culturales. “Y qué mejor que con esta obra, que muestra imágenes de explotación indiscriminada de petróleo y los consecuentes daños en el planeta”, manifestó.

La obra cuestiona al ser humano e interpela en la conciencia colectiva de una sociedad sumida en procesos productivos destinados únicamente a obtener réditos económicos, sin contemplar la afectación y el consecuente deterioro que las actividades extractivas causan a zonas altamente vulnerables del planeta.

“Los símbolos del humo y el espejo son los recursos artísticos que propone la obra dancística para asegurar que todos nuestros actos traen el germen de nuestra condición”, explica la directora.

Así, el mensaje medular de la obra apela a un  cambio general  de comportamientos y al fortalecimiento de una conciencia participativa e incluyente.

González plantea que la puesta en escena de “El humo y el espejo” sea  un evento que desate nuevas actividades y afiance la participación de la Compañía Nacional de Danza en posteriores acciones que emprenda el Estado ecuatoriano, en pos de obtener los beneficios económicos que plantea la iniciativa gubernamental Yasuní ITT.

La Compañía Nacional de Danza también pondrá en escena la obra “El otro bolero de Ravel”, del coreógrafo Hervé Maigret, director de la Compañía de Danza NGC25, de Francia, el  sábado 8 de octubre, a las 20:00, en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Este trabajo es producto de un intercambio dancístico con el elenco de artistas de  la compañía.