WikiLeaks ha puesto el dedo en la llaga y ha dicho que el filme que contará su historia es más una ficción que el recuento de lo que realmente sucedió en los inicios de la organización.

Además, ha expuesto -con los ánimos caldeados- el guión de la película en su portal de Internet con las imprecisiones que dicen que contiene.

“Los puntos siguientes representan cómo WikiLeaks cree que debería haber sido retratado en la película, y por eso la película es, desde la perspectiva de WikiLeaks, irresponsable, contraproducente y perjudicial”, arranca el comunicado que la organización subió a la web en contra de The fifth estate, por estrenarse a escala mundial este 11 de octubre.

Para notar dichas inexactitudes algunos de los amigos y partidarios de la organización vieron la película en una exhibición en el Festival de Cine de Toronto (Canadá) el 5 de septiembre de este año.

Otras de las críticas que tiene contra The fifth estate, que dirige Billy Condon y produjo los estudios de DreamWorks, es que la historia sostiene que WikiLeaks hizo “daño” al filtrar los documentos clasificados.

“The fifth estate es una obra de ficción disfrazada de un hecho real” sentencia WikiLeaksLa organización cuya cabeza visible sigue siendo Julian Assange, pese a que está asilado en la Embajada de Ecuador en Londres, afirma que “ni siquiera el Gobierno de EE.UU. afirma que WikiLeaks causó daños a una sola persona”. Incluso se lanza contra  los que considera “apologistas de la mala conducta del Gobierno de EE.UU.”, quienes -afirman en la web- “trataron de argumentar que WikiLeaks causó daño para distraer la atención de las historias serias que surgieron de las revelaciones de WikiLeaks”.

Y citan un ejemplo del poco daño que hicieron las filtraciones: “Pero a pesar de gastar millones de dólares en tres años en preparación para el juicio contra el soldado Manning, el Gobierno de EE.UU. no pudo presentar ninguna evidencia que indicara un daño a consecuencia de las publicaciones de WikiLeaks”.

Y también se refiere a la trascendencia que tuvieron las filtraciones en el relato del filme. The fifth estate “tiene cuidado para criticar a la política exterior de EE.UU. por lo revelado por WikiLeaks. La película narra lo sucedido en 2010, pero no ubica casi ninguna de las pruebas que WikiLeaks publicó aquel año sobre los abusos graves de los militares de EE.UU. y de su Departamento de Estado”. Así, sostiene la cúpula de la organización, se obvia el impacto que tuvieron los cables en la prensa mundial, en el juicio al soldado Bradley Manning y las revoluciones en Túnez y Medio Oriente.

Una ficción como hecho

“The fifth estate es una obra de ficción disfrazada de un hecho real” sentencia Wikileaks. “La mayoría de los eventos representados -en la cinta- no sucedió. Cuenta con nombres reales, lugares reales, y parece que cubre los acontecimientos reales, pero sigue siendo una obra dramática y cinematográfica, y se inventa  los hechos para ajustarse a sus objetivos narrativos”. Y advierte: “La cinta no debería ser tomada como la historia de WikiLeaks”.

Dice que la base para contar el nacimiento del sitio se valió de dos textos cuyos autores tienen conflictos legales y personales con WikiLeaks. Y que por ello lo que allí se reseña es “sesgado”, pues ninguno de los responsables actuales, ni siquiera Assange fueron consultados.

La crítica “no sorprende a nadie, -dice El Diario, de España- puesto que Assange ya expresó sus dudas acerca de una cinta basada en el libro de su antiguo colaborador y ahora némesis, Daniel Domscheit-Berg, que lo retrata como un megalómano desquiciado por una mezcla de sed de venganza y de poder y con un desinterés por las consecuencias de sus bombazos mediáticos”.

Y, para ir más fondo, criticaron que a The fifth estate se la venda como la primera cinta sobre Assange. “Underground: The Julian Assange Story, dirigida por Robert Connolly y protagonizada por Rachel Griffith y Anthony LaPaglia, se estrenó en el Festival de Cine de Toronto 2012, doce meses antes”, cita.

Ambos tuvieron una pelea que terminó con el exilio de Assange de su propio proyecto y con el alemán siendo expulsado del Chaos Computer Club, el centro neurálgico de la escena hacker en Europa, que desde entonces lo acusa de oportunista sin escrúpulos y de no abrir el código de su malogrado proyecto Openleaks para atestiguar su fiabilidad.

La cinta

Las primeras impresiones sobre el proyecto fueron atenuadas por las declaraciones del actor principal, Benedict Cumberbatch, que comentó su reticencia a convertir al activista en un malo de cómic. Luego de esto el propio Julian Assange pidió al actor que abandonara el proyecto, pero no tuvo éxito.