La sede del encuentro es el malecón de la isla
La Bienal de La Habana, una semana en la mirada pública
El Malecón de La Habana es el escenario de la XII Bienal. Las obras salieron de sus reductos habituales, como museos y galerías, para adueñarse de esquinas, edificaciones, aceras y calles, con el fin de hacer del arte algo cotidiano y de impacto social.
En particular el Malecón habanero es más transitado por el proyecto Detrás del Muro, que ha sembrado obras de toda índole desde La Punta hasta la pista de patinaje, junto al Parque Maceo.
Roberto Fabelo, una leyenda viva de la plástica contemporánea en Cuba, instaló ahí su escultura Delicatessen y, además, abrió la exposición Persistencia, en la galería Artis 718.
Además, la Fundación Caguayo, que preside el escultor Alberto Lescay, aterrizó este domingo 31 de mayo en la XII Bienal de La Habana con un tributo a Wifredo Lam, el más universal de los plásticos cubanos.
El colectivo, con sede en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, erige en una plaza del céntrico barrio de El Vedado la escultura rodante Mutación Forzada, un gigantesco pájaro de bronce.
La creación de Lescay viene acompañada de una serie de intervenciones artísticas, conversatorios y proyección de audiovisuales desde el sábado hasta mañana.
Además de los artistas cubanos, al también conocido como parque de 15 y 18 acudieron el venezolano Domingo de Lucía, el bahamés Fichan Monroy y el martiniqueño Alain Dumbardon.
A su vez, los integrantes de Caguayo ofrecerán un taller para fabricar juguetes con materiales reutilizables y compartir otras experiencias con docentes del Instituto Superior de Diseño. A esto se suman intervenciones musicales. (I)