Entrevista / cecilia ansaldo / presidenta del comité de contenidos de la feria internacional del libro de guayaquil
‘Había que despertar la lectura en Guayaquil’
Cecilia Ansaldo fue la encargada de timonear los cuatro días de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil que se realizó en el Centro de Convenciones. Fue la cabeza de todos los contenidos en debate junto a Tatiana Landín, Miguel Muñoz y Adelaida Jaramillo. El tiempo lo marcaba la lectura del Quijote de la Mancha que concluyó por la tarde del último día del encuentro y con su fin, el análisis.
¿Cuál es su balance de la Feria del Libro de Guayaquil? ¿Qué estuvo mal, qué pudo mejorar, qué destaca?
Prefiero empezar respondiendo qué estuvo bien antes de qué estuvo mal y creo que fueron muchas cosas; la elección del lugar, que fue acogedor, fresco, confortable; de los escritores internacionales porque cada uno de ellos fue buen comunicador y entregó revelaciones inteligentes sobre su obra y la escritura; las actividades infantiles que hicieron las delicias de los niños, y la lectura del Quijote, que siempre tuvo personas escuchando. Y pese a que todo esto estuvo bien, todo esto puede mejorar, distribuyendo de manera más amplia los espacios; manteniendo igual calidad de invitados y creando nuevas actividades.
Faltó mayor oferta editorial, ¿cómo podría mejorar?
Claro que faltó oferta editorial. El país entero pasa por problemas económicos y mucho más el sector librero que no se arriesga a importar títulos y de los que elige trae unos pocos ejemplares. Mejorará en la medida en que hagamos contacto directo con las editoriales.
¿Qué consideraciones se hicieron al incluir librerías, papelerías y las propuestas culturales que ocuparon los stands?
Esta feria tenía que despertar a Guayaquil sobre la lectura. Todos los productos que tienen que ver con ella, con el trabajo intelectual y de educación podían tener espacio en ella.
¿Se dialogó sobre la continuación de su dirección en el Comité de contenidos de la Feria?
Los resultados han sido tan satisfactorios, que bien podemos hablar de la continuación de la Feria, pero todavía es muy prematuro para responder sobre aspectos futuros.
Se plantearon, desde varias agrupaciones, algunas críticas a la realización de esta edición de la Feria del Libro -que es un relanzamiento-. Por ejemplo, la falta de actividades poéticas, la necesidad de una realización con cierta temática, ¿consideraría estos argumentos para mejorar una siguiente edición?
Si usted le preguntara a Cecilia Ansaldo cuál es su expresión literaria favorita, ella le respondería que la poesía. Y sin embargo, en esta ocasión, no integró en su proyecto ese género. Yo buscaba lo que conseguí: centrar la atención en la lectura, volver la mirada sobre los libros, alimentar el interés por la actividad literaria. La poesía es una expresión minuciosa, concentrada, sutil, requiere de auditorios más predispuestos a escuchar. Sobre la base del éxito de esta convocatoria, la poesía tendrá gran relevancia en la próxima.
En cuanto a temática, esta feria tuvo varios ejes temáticos y la diversidad atrapó. La asistencia de la gente habla por sí sola. La cantidad de libros vendidos, también.
¿Cuántas personas asistieron y cuáles fueron los libros más vendidos?
Todavía no tenemos esos números.
Escritores como Jorge Franco, Claudia Piñeiro y Piedad Bonnet tuvieron gran acogida de público en sus conversatorios. ¿Estaría relacionado con la gran difusión -desde las librerías- de sus obras? Pues escritores de los que no había libros disponibles como Leila Guerriero o Rodrigo Fresán tuvieron menos público interesado -aunque tal vez más aficionado-.
De todos hubo libros disponibles, aunque de algunos en reducido número o escasos títulos. Los 3 primeros ya eran conocidos en Guayaquil, los dos segundos que menciona, lo eran menos. Leila Guerriero es un ícono para los periodistas, pero no para los lectores comunes. Ahora que conocen sobre todos ellos, a las librerías les corresponde atender las demandas del público.
¿Podría ayudar la realización de esta Feria a mejorar la visión de los escritores nacionales casa adentro?
Mejorar el territorio de los autores nacionales es una tarea de todos los que hacemos actividad en torno del libro. De hecho es el propósito de muchas de las instituciones y grupos literarios de la ciudad.
¿Cuál fue la mayor satisfacción de haber aceptado este reto?
Una muy simple: ver la reacción de la gente, escuchar cuán felices estuvieron dentro de la feria, saber que hubo personas que asistieron los cuatro días. Los escritores extranjeros que asisten a tantas ferias en su vida, nos ayudaron a ver lo que estuvo bien hecho y nos han dado consejos para mejorar. (I)