Cinta venezolana entra hoy a competición en Festival de Nuevo Cine de La Habana
Tras ganar un León de Oro del Festival de Venecia, la película venezolana Desde allá viene hoy a la cita cinematográfica en La Habana a conquistar el Coral con sus historias de una Caracas profunda.
Al menos ese es el deseo de quienes pusieron todo su empeño en esta producción, como el actor chileno Alfredo Castro quien debió cambiar su acento y aprehender el hablar cotidiana del venezolano para asumir el protagónico del filme.
Dirigida por Lorenzo Vigas, el largometraje desnuda una parte de Caracas, la de los barrios, tan alejada del aislamiento y el mundo de opulencia de las urbanizaciones de los más ricos.
Según contó Castro, filmaron hace dos años en las calles de Caracas esta historia de amor y venganza sobre un hombre que tiene un "sexo extravagante" con chicos de la calle.
Fueron dos meses y medio muy duros, pero muy satisfactorios, dijo. Los actores no eran profesionales, sino chicos humildes de zonas marginales.
Ahora, algunos como Luis Silva -quien asume otro de los roles principales- encontraron un nicho donde estar: este muchacho salió de las calles y enrumba su vida por el mundo del séptimo arte, contó.
"Tiene un don tremendo, una tracción maravillosa con la cámara pese a jamás haber estado antes en alguna película. Era todo un reto igualar esa capacidad innata", confesó el actor chileno.
Me queda la satisfacción de una experiencia maravillosa y de un rigor muy fuerte, tuve que adentrarme en un universo diferente, de violencia y aprender el lenguaje de la calle, añadió.
Al principio me costaba mucho entender el "dialecto" y también, tomar el acento de los venezolanos, pero logré llegar a un tono neutro con algunos giros locales propios del caraqueño.
"Tenemos que ir acostumbrándonos a que ya no hay producciones solo de un país, pues corresponde un momento de integración", apuntó.
Castro interpreta en Desde allá a un hombre que hace prótesis dentales y fue abusado por su padre cuando era pequeño.
Pero, a su entender, este no es un filme gay ni de abusos, sino una cinta del gran amor entre dos hombres: parte de una historia sórdida y al final, da un giro y se convierte en algo precioso.
A juicio del actor chileno, la riqueza del cine de este continente son sus personajes. Por ejemplo, la película El Club, -basada en una historia real y donde también actúa- muestra personas que se consumen en su propia hoguera.
El cine latinoamericano no suele ser de finales felices, sino de historias y personajes de carne y hueso, sostuvo.
Castro presenta en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano dos producciones que lo hicieron desdoblarse en dos caras de una misma moneda: un cura pederasta y un hombre maduro con secuelas de abuso infantil.
Desde allá llega a la cita en La Habana con un León de Oro del Festival de Venecia este año, la primera vez en que Venezuela participó en el evento.
El filme de Lorenzo Vigas compite en el apartado de óperas primas en el festival de cine habanero. Mientras que la cinta chilena El club, dirigida por Pablo Larraín, está en la sección en concurso de largometrajes de ficción.
Desde allá tendrá su estreno en Venezuela en marzo del año próximo pues hasta el momento solo se ha presentado en festivales.(I)