Cine europeo, en tierra ambigua
Francia ha llevado su apoyo a la defensa de la Excepción Cultural un paso más allá, en los días previos a la definición de las políticas -mandato- que la Unión Europea (UE) sostendrá en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Ayer, Jean-Luc Ayrault, primer ministro del gobierno de François Hollande, declaró en la Asamblea Nacional en París que “Francia se opondrá a la apertura de negociaciones si las industrias culturales no quedan excluidas”.
Agregó que Francia está dispuesta a llegar incluso hasta al “ejercicio de su derecho de veto”, a las negociaciones del tratado. “Francia ha considerado siempre que debe ser puesta de lado esa cuestión esencial”, dijo Ayrault refiriéndose a la cultura, y recordando que fue así como se llevaron a cabo las negociaciones de tratados entre la UE con Japón o Canadá.
Esas negociaciones preocupan a los sectores culturales, que gozan de una serie de políticas económicas -conocidas como la “Excepción Cultural”- que protegen la creación y difusión de obras europeas frente a las extranjeras.
La Excepción Cultural, detalla la Deutsche Welle, mantiene una cuota mínima de programas europeos en medios de comunicación, y “permite a los países de la UE limitar la importación de bienes culturales, como películas”.
Quienes han protagonizado más visiblemente la protesta contra la intención de negociar la Excepción Cultural han sido los cineastas, que hasta el 5 de junio, recogieron firmas en un manifiesto titulado “¡La Excepción Cultural no es negociable!”, al que se unieron, entre otros, el austriaco Michael Haneke, el español Pedro Almodóvar, el greco-francés Costa Gavras y el estadounidense David Lynch.
El principal temor es que el cine europeo tenga que competir contra los gigantes estudios de Hollywood. La industria cultural es la segunda más importante de EE.UU., y en 2012 tuvo un ingreso superior a los $450 mil millones, lo que representa el 29% de las ganancias totales en todo el mundo.
El eurodiputado portugués, José Manuel Barroso, jefe de la Comisión Europea que negociará el TLC con EE.UU. a partir de julio, había dicho en una rueda de prensa, realizada en mayo junto al presidente francés Francois Hollande, que “no debemos excluir al sector audiovisual de las negociaciones con Estados Unidos”, pero también dijo que “la Excepción Cultural no es negociable”.
Barroso volvía a decir días después que “no habrá comercio con la cultura”, durante una reunión celebrada con cineastas del continente para calmar sus preocupaciones.
Sin embargo, en el sector saben que el mandato no se define hasta mañana, y que no todos apoyan su propuesta de quitar a la cultura de las negociaciones.
Costa-Gavras, la actriz francesa Berenice Bejo, el cineasta rumano Radu Mihaileanu, entre otros firmantes del manifiesto, llegaron el martes a la sesión del Parlamento Europeo en Estrasburgo para defender su postura.
Ya en abril, las ministras francesas Nicole Bricq (Comercio Exterior) y Aurélie Filippetti (Cultura y Comunicación) habían considerado ambiguas las intenciones sobre este mandato, expresadas por el belga Karel de Gucht, que ocupa el cargo de comisario de Comercio Europeo, un cargo que equivale a ser el ministro de Comercio Exterior del conjunto de los 27 países miembros de la UE. “Ninguna otra solución es aceptable”, dijeron las ministras francesas, que sostienen que en una negociación así, “una declaración de principios no es suficiente”.
Francia se opone a cualquier pacto que incluya a las industrias del cine, radio y televisión, según AFP.
En una resolución del Parlamento Europeo -que tuvo 381 votos a favor y 191 en contra-, los eurodiputados se unieron a fines de mayo a la iniciativa de 14 ministros de cultura (liderados por la francesa y el alemán), y finalmente solicitaron que se excluya por completo la Excepción Cultural del TLC.
Además, los parlamentarios recordaron que si bien ellos no participan de las negociaciones, todos los acuerdos que adopte la UE deben contar con su consentimiento.
Sin embargo, un importante número de autoridades están a favor de negociar las industrias culturales. Uno de esos es José Ignacio Wert, ministro de Cultura español, quien explica que su país defiende, “más que la Excepción Cultural, una competencia razonable”.
Mañana se sabrá cuál será el mandato de la UE en las negociaciones con EE.UU., luego de que los 27 integrantes del Consejo Europeo se reúnan para definir las directrices.