Las reservas de los museos están copadas
Las reservas de los museos pueden pensarse como el trascámara de la vida cultural, son su núcleo. Allí se encuentran las piezas que se mueven entre las salas de exposición, a la vista de todos, y la historia de un repositorio, de una ciudad.
En Ecuador las reservas más grandes se encuentran en los museos públicos manejados por el Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP), luego de que, a través de un mandato de ley, las competencias culturales que desde mediados de los 70 manejaba el Banco Central pasaran a esta cartera de Estado.
En dicho traspaso, el Ministerio acogió 823.108 bienes culturales, entre archivos, piezas arqueológicas, piezas de arte moderno y algo de obras contemporáneas.
El MCyP declaró el 2018 como el año de los museos, por lo que habría invertido más de $ 2,7 millones en su infraestructura, entre ellas la del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo de Guayaquil (MAAC), donde una parte de la reserva era afectada por filtraciones en su plataforma.
Sin embargo, estos repositorios, cuyo espacio se ha quedado corto para la cantidad de bienes culturales que almacenan, se enfrentan a la desactualización de nuevas manifestaciones culturales.
A diferencia de la época en la que el Banco Central, a través de su Dirección de Cultura, compraba una gran cantidad de piezas arqueológicas y obras de arte, muchos de los museos han dejado de tener un presupuesto para renovar la infraestructura de sus reservas y adquirir nuevas obras que puedan hablar de las manifestaciones actuales.
En una entrevista pasada con este Diario, el galerista David Pérez McCollum dice que “los museos están vacíos de historia cultural”, al referirse a la ausencia de archivos sobre La Artefactoría, grupo guayaquileño que estableció un nuevo cruce en la plástica, al abordar trabajos contemporáneos.
Otros museos manejados de forma pública se enfrentan a la misma práctica. En la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas, por ejemplo, la reserva guarda 500 piezas de arte entre cuadros pictóricos y esculturas.
Robin Echanique, artista y director de la pinacoteca hace más de una década, es el único que posee las llaves de la reserva y el seguro de las obras. Su trabajo, dice, no lo puede asumir cualquiera.
En el Museo Municipal de Guayaquil, el director de Cultura recientemente ratificado por la nueva administración, sostiene que la reserva de este espacio se alimenta de los tres primeros lugares ganadores del Salón de Julio, que lleva 60 años de realización.
Ya no aceptan donaciones, porque no tiene espacio físico para guardar. “Y a veces los donantes, porque ya me lo han querido hacer en varias ocasiones, vienen y me ruegan, y les digo: “Hijo, te agradezco enormemente pero no hay dónde colocar tu donación. Si yo tengo un problema es realmente de espacio para guardar objetos desde hace muchos años”. (I)
El año pasado se reinauguró el Museo Nacional en Quito, con una inversión de más de $ 1,5 millones. Las muestras rotas son bienes del país. Foto: Archivo / EL TELÉGRAFO