Irma Once supera discapacidades con su exhibición 'Fragua de colores'
Irma es una mujer de retos. Sus padres y sus 7 hermanos siempre la trataron como a los demás y nunca la hicieron sentir menos que otras personas.
Por eso creció con una actitud valiente y afronta cualquier circunstancia con decisión. Ese tesón la ayudó a buscar su sueño, ser pintora, a pesar de que mucha gente consideraba que era un imposible debido a su discapacidad.
Esta guayaquileña nació con una malformación en ambas manos. Sin embargo, esto no la detuvo y hoy ha forjado una carrera en las artes gráficas. Actualmente Irma Once Cevallos, de 42 años, exhibe sus obras en la exposición Fragua de colores, que se realiza en la sala Aracel Gilbert, planta baja de la Casa de la Cultura Ecuatoriana núcleo Guayas, del 21 de agosto al 6 de septiembre.
Son cerca de 40 pinturas, casi todas creaciones nuevas, en las que utilizó diversas técnicas y, en algunas, material reciclado. Está Mariposa, que es óleo sobre lienzo; Pescador de tiburones, acrílico sobre cartulina; Venta de jarrones, acrílico sobre lienzo; Oasis amarillo, óleo sobre material reciclado; o Niño encerrado, una mezcla de óleo sobre lienzo con caña.
Esta última obra representa a un menor encerrado en su casa y nació de lo que Irma observó cuando vivió en la cooperativa Sergio Toral, noreste de Guayaquil. “Siempre se veía que los niños se quedaban encerrados con candado mientras los papás se iban a trabajar, y así nació Niño encerrado”.
El nombre de la exposición, Fragua de colores, representa para ella imaginación, suspenso, dar ideas a algo. “En la fragua le dan forma al hierro, yo en mi fragua le doy forma a los colores”.
Los visitantes llegan a la muestra y cuando la conocen a ella y ven su arte, la felicitan por haber superado la limitación que pudo significar la discapacidad de sus manos. Luego dejan que los colores, la naturaleza que es tan frecuente en las creaciones de Irma, los animales y los niños que siempre aparecen en sus dibujos, transmitan esa paz y esa fortaleza que caracterizan a esta luchadora.
“Me gusta la exposición, aquí encuentro un rincón de paz que tanto necesito”, escribió Vinicio Paz en el libro de comentarios ubicado en la entrada de la sala.
“Felicitaciones. Conozco de sus obras hace 15 años. Un ejemplo de la perseverancia y derribo de obstáculos personales. Una mujer de admirar”, asevera el ingeniero Yamil Liurliza.
Estas son algunas de las opiniones que ahí pueden leerse. Y sirven como estímulo para Irma, quien no duda en afirmar que la pintura “es mi pasión, es lo que llevo en la sangre”.
Irma encuentra su principal inspiración en su familia: su esposo Darío Ayala, con quien lleva 18 años de matrimonio; y sus hijos Noelia, de 7 años; Dariana, de 9; Josías, de 11; y Darío, de 15 años. Ellos le dan fuerza para seguir adelante con su arte.
Irma Once Cevallos ha plasmado a su familia en una parte de la muestra Fragua de colores. Foto Miguel Castro / et
Desea además internacionalizar su trabajo. Entre sus metas está exponer en Colombia y Chile. Y ya está investigando y haciendo contactos para lograrlo. Quien desee contactarla puede llamar al 0969620714.
También le hace un pedido al presidente de la República, Lenín Moreno para que la ayude a conseguir su casa propia. “Estoy viviendo en una casa alquilada, le solicito que me colabore para tener un hogar propio para mi familia. Así me toque pagarla mensual, sabré que estoy pagando algo mío y para mis hijos”. (I)