La presencia del defensa español Sergio Ramos fue la principal novedad en el entrenamiento  que el Real Madrid realizó ayer en la ciudad deportiva de Valdebebas, penúltima jornada de trabajo antes de disputar el partido de ida de la Supercopa ante el Barcelona, mañana en el estadio Santiago Bernabéu.

El segundo capitán del conjunto blanco superó las molestias que le ocasionó un cuadro de lumbalgia, que lo marginó del amistoso entre España e Italia en Bari, y se entrenó con el resto de la plantilla de 24 jugadores que dispuso el entrenador José Mourinho.

Por tercer día consecutivo, el técnico portugués ordenó una sesión a puerta cerrada con 19 futbolistas del primer equipo, a excepción de Esteban Granero y el turco Nuri Sahin, quienes continúan con sus respectivos planes específicos de recuperación.

Por un lado, los jugadores de campo realizaron ejercicios de calentamiento y estiramiento bajo las órdenes del preparador físico Rui Faria, mientras que el preparador de guardametas Silvino Louro ordenó una rutina especial para Iker Casillas, Adán, Jesús y Tomás Mejías.

El Real Madrid llevará a cabo su último entrenamiento previamente al primer choque de la Supercopa en el Santiago Bernabéu hoy y lo hará a puerta abierta, por lo que la afición podrá acceder al estadio.