Egipto: supenden fútbol tras muerte de 22 personas en disturbios
La muerte de al menos 22 aficionados del fútbol fuera de un estadio de El Cairo durante una gresca con fuerzas de seguridad, el domingo por la noche (hora local), hizo que el gabinete suspendiera indefinidamente a la liga nacional de fútbol.
Miembros de la Policía y cientos de hinchas se enfrentaron. Según los reportes, los agentes dispararon gas lacrimógeno para despejar un estrecho corredor que conduce al estadio Defensa Aérea en un suburbio en el oriente de la capital, lo que desató una mortal estampida.
Los disturbios estallaron a las puertas del estadio, cuando los seguidores del club Zamalek intentaron entrar por la fuerza en el recinto.
El partido contra el club de Enbi se jugaba abierto al público.
El presidente del equipo Zamalek, el abogado Mortada Mansur, dijo a una televisora privada que la Policía no disparó contra los aficionados y que la violencia del domingo fue "orquestada" para boicotear las próximas elecciones parlamentarias.
Mientras que funcionarios de seguridad dijeron que la violencia comenzó cuando algunos seguidores del Zamalek trataron de ingresar a la fuerza y sin boletos al estadio. Apenas en fechas recientes se permitió el regreso del público a los partidos y el Ministerio del Interior tenía previsto permitir la entrada de sólo 10.000 espectadores al inmueble, que tiene una capacidad para unos 30.000, dijeron las autoridades.
Hinchas de Zamalek, conocidos como "Caballeros Blancos", dijeron en su página oficial en Facebook que la violencia se desató porque las autoridades sólo abrieron una puerta para el ingreso a las tribunas. Dijeron que eso provocó que hubiera empujones y forcejeos que llevaron a la Policía a lanzar gas lacrimógeno y perdigones sobre la multitud.
Los disturbios ocurrieron apenas después de que otro enfrentamiento en 2012 entre aficionados al fútbol en el estadio de Port Said, cerca del Canal de Suez, causara la muerte de 74 personas. En esa ocasión también fue suspendida la liga.
Los hechos de hace tres años desataron críticas contra la Policía y el gobierno militar de transición que había asumido el poder tras el derrocamiento de Hosni Mubarak en 2011.
La Fiscalía pública de Egipto ya ordenó una investigación en torno a los sucesos de ayer.