Con un lustro en el atletismo y varias pruebas internacionales, el atleta de Pichincha Miguel Almachi, de 26 años, ha conseguido la experiencia necesaria para sobresalir en las competencias de los 10 mil metros planos, que son su especialidad. Esa serenidad le permitió ser el nuevo “rey” de esa distancia, con un tiempo de 31:29, en los II Juegos Nacionales Absolutos que hoy finalizan.

Después de una vibrante carrera, que concluyó con un segundo adelante del tungurahuense Paulo Buenaño, Almachi dialogó con FANÁTICO.

¿Cuál fue la estrategia empleada en la carrera?

Aprendí que no se debe salir a velocidad, a romper la carrera desde la primera vuelta; son 25 las que se deben dar y por eso hay que dosificar las energías para emplearlas en la vuelta final donde se remata y se gana. Muchos, a las 15 vueltas ya están fundidos, como le ocurrió al imbabureño Pedro Ramos.

¿Qué tanto su experiencia fue vital para conseguir el triunfo?

Realmente mucho, soy de los atletas con más recorrido internacional. He salido para entrenar en Colombia, Estados Unidos, Chile, Cuba, Brasil y Bolivia. En cada país he aprendido cosas nuevas como controlar los nervios, que trato de poner en práctica en cada nueva competencia; y mis rivales  están comenzando.

¿Hay la posibilidad de ir a las Olimpiadas de Londres 2012?

Voy a buscar competencias en los 10 mil metros fuera del país para intentar una marca que me permita ir a mis primeras olimpiadas, pero si no consigo eso, intentaré participar en maratón, lo importante es llegar a Inglaterra.

¿Puede vivir solo de las competencias?

De momento estoy dedicado enteramente al atletismo. Recibo una beca mensual de 150 dólares de Concentración Deportiva de Pichincha y el apoyo de Produbanco y la empresa de implementos deportivos Podium, que me ayuda con otros gastos. Pero, para poder mantenerme debo competir en las carreras de calle que actualmente entregan buenos premios. En una distancia de 10 ó 15 km, si ganas, puedes acceder a un promedio de 8 mil dólares. Y es a ese tipo de pruebas donde hay que apuntar.

Un deportista tiene como limitación su edad. ¿Está preparándose en otro ámbito?

Estoy consciente de que la vida útil de un atleta es corta y por eso estudio idiomas y computación para dedicarme después a esas carreras.

¿Le gusta tener en la tribuna a la familia, alentándole?

No, cuando los veo me angustio y a veces pierdo concentración, por eso les pedí que se quedaran en casa. Es mejor para mí sentir el respaldo familiar a la distancia; acá me gusta que el resto de gente me apoye. Ahora iré allá a mostrarles la medalla que obtuve.

¿Por qué le gusta mirar atrás en los últimos metros?

Quiero percatarme del competidor que más cerca me sigue y calcular la distancia con la que le supero, para definir el plan de llegada.

¿Qué tiempo se preparó para los II Juegos Nacionales Absolutos?

A conciencia, me preparé una semana, porque tuve problemas personales que afectaron mi habitual entrenamiento de dos horas diarias. Pasé por un bajón de cuatro meses, pero ya todo está superado y espero volver a ser el Miguel Almachi de siempre y llegar a los Juegos Olímpicos de Londres.