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Los participantes ansían encontrar promotores para sus ideas en el campus party

La visión social es el motor de los campuseros (Galería)

Los estudiantes de secundaria del colegio 9 de Octubre crearon una bicicleta que funciona con paneles solares. Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo.
Los estudiantes de secundaria del colegio 9 de Octubre crearon una bicicleta que funciona con paneles solares. Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo.
19 de septiembre de 2014 - 00:00 - Redacción Tecnología

El accidente de tránsito de una hermana, el calentamiento global, los drones de seguridad, así como enfermedades como el párkinson inspiraron a los campuseros a realizar proyectos innovadores y creativos, con una visión social, al interior del Campus Party, en Quito.

Juan Revelo es uno de ellos. En el encuentro anual presenta la silla de ruedas omnidireccional ‘Chavemóvil’, que diseñó para su hermana Isabel, quien sufrió un accidente de tránsito hace 1 mes y medio en el cual se rompió la pierna. Su hermana ahora está bien, pero Revelo, junto a Hernán Centeno y Katherine Tixi, estudiantes de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, piensan en este artefacto para ayudar a personas con discapacidad.

La silla, que es solo un prototipo a pequeña escala, se mueve mediante comandos de voz o táctiles, que se emiten desde un teléfono inteligente. De esta manera, cuando Revelo, de 21 años, emite comandos como: adelante, izquierda o derecha, el artefacto se moviliza.

Tixi, compañera de Revelo, espera que la silla de ruedas pueda usarla también su abuelita, que sufre de párkinson. En el futuro, los estudiantes quieren desarrollar su prototipo para apoyar el traslado de personas cuadripléjicas.

Junto al ‘Chavemóvil’ estuvo Rony Torres (17 años), quien asistió a la inauguración el lunes del Campus Party usando un terno. Así de solemne, junto con sus compañeras Ana Parrales (18 años) y Antonela Becerra (16 años), presentó a los asistentes una bicicleta ecológica, de color verde y amarillo, que funciona con paneles solares. Puede llegar a una velocidad de 80 kilómetros por hora, con solo 3 o 4 pedaleadas y cuenta con un sistema de cambios.

Los estudiantes de secundaria del colegio 9 de Octubre trabajan juntos en el Club de Ciencia y Tecnología Obelisco, de El Oro.

Los jóvenes recibieron $1.000 para la creación de la bicicleta por parte de la Gobernación de esa provincia, pero buscan otros auspicios para desarrollar una motocicleta que funcione con agua.

“Es algo innovador y ayudaría a nuestro medio ambiente,” dijo Parrales, quien añadió que ese solo es uno de los proyectos que tienen en mente. También trajeron al Campus Party un prototipo de una mano biónica, que buscan que usen las personas que padecen discapacidad en las extremidades. Por el momento su proyecto, que aún se encuentra en construcción, recibe órdenes desde un computador, pero en el futuro quieren que obedezca a las señales cerebrales. “Sería un microchip implantado en el brazo mecánico, que recibiría comandos de la persona con una señal de Wi-Fi”, dice Torres, quien sueña con “aportar con el cambio de la matriz productiva, el desarrollo de la ciencia y la innovación de nuestro país,” afirmó.

Los jóvenes del colegio 9 de Octubre esperan encontrar un auspiciante en el Campus Party, al igual que Jorge Rivera, quien se define como “un reciclador de desechos informáticos”. En un estante de madera exhibe diversas figuras de autos y hasta un triciclo, compuesto por grandes y diminutas piezas de chatarra informática. Todas estas creaciones le tomaron 3 años.

“¡Cuánto habré desarmado!”, exclamó Rivera, de 67 años, quien detalló que primero separa las piezas de cobre, bronce y aluminio. Después une cada fragmento con tornillos y pernos. “Eso es lo que más se demora, encontrar las piezas exactas para cada creación”, dijo.

Nervioso e impaciente por enseñar a los campuseros su dron (vehículo aéreo no tripulado) estuvo Felipe Manosalvas, quien según contó entre risas su proyecto le sacó “canas verdes”.

El estudiante de mecatrónica de la Universidad de las Fuerzas Armadas diseñó este aparato en 2 años. El quadricóptero puede volar manual o automáticamente mediante una ruta de vuelo por GPS. Funciona con 4 motores, un microprocesador y una batería. Podría llegar hasta los 300 metros. Manosalvas imagina a su dron en la Policía para que ayude en las rondas de seguridad en los barrios.

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