Ana Durán, psicóloga clínica y profesora de la carrera de Educación de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil
"Los bachilleres que no pasan por orientación cometen errores"
¿Qué genera la falta de una orientación vocacional?
La vocación es una decisión particular o individual que un ser humano toma en relación con lo que querrá hacer y es difícil para los bachilleres determinar lo que desean ser.
Cuando ellos no pasan por un proceso de orientación vocacional están más expuestos a no hacer una buena elección de la carrera o escogerla. Entonces van (a estudiar) donde la mayoría de sus amigos, se dejan llevar por lo que sus padres les dicen que debe estudiar, a que es más ‘fácil’ o a la que está de moda.
¿Hasta qué punto se debe escuchar a sus padres?
Los padres tienen que ayudar a sus hijos a que ubiquen su propio deseo de lo que quieren ser en la vida y que eso en algún momento le va a costar.
Cuando llega un hijo a una pareja ellos esperan que el vástago sea lo que ellos no pudieron. A eso se le llama el ideal. Cuando hay una imposición se crea un mayor rechazo.
¿De qué sirven los departamentos de orientación vocacional en los planteles?
Son imprescindibles. En la institución educativa el niño/joven ingresa para adquirir y desarrollar habilidades durante el proceso de aprendizaje.
La elección vocacional es difícil para nuestros jóvenes, por lo tanto, debe ir acompañada de profesionales que los guíen una vez que conozcan los intereses y que lo lleven a esclarecer sus deseos de lo que quieren ser.
¿Cuál es el rol de los orientadores vocacionales?
El orientador debe llevar al chico a que interactúe con las características del horizonte profesional. Por ejemplo, si le interesa medicina, el chico tiene que ver lo que hace un doctor y que esté en contacto con hospitales.
Los tests psicométricos son una herramienta en la orientación vocacional. Se los puede rendir antes o después de graduarse o también durante el ingreso a la universidad.
¿En qué se debe fijar el postulante al elegir una carrera?
El bachiller hace la elección en función de las habilidades cognitivas, aptitudes, talento que sabe que posee para realizar ciertas tareas.
Por ejemplo, si para él la lectura de libros es bastante agradable va a querer estudiar una carrera relacionada.
¿Cómo pueden reconocer sus habilidades?
Aquí es cuando participa el orientador, con el fin de que esclarezca cuáles son las habilidades del joven. Al momento de seleccionarla tiene que preguntarse de acuerdo con la profesión si le gusta relacionarse con más personas (la parte sociocultural) y si se ve trabajando con ellas.
¿Deben fijarse en carreras tradicionales o tecnológicas?
Tenemos otra generación de bachilleres. Si por alguna razón los chicos eligen las tradicionales se debe revisar su entorno y la historia. Habrá quienes preferirán las carreras técnicas.
¿Cómo reconoce un joven que no tiene habilidades ni destrezas para esa carrera?
Cuando el joven ingresa a la universidad recién no va a conocer si tiene o no habilidades para tal o cual carrera, porque esto es algo que el chico ha venido desarrollando a lo largo de toda su vida estudiantil. En su etapa escolar se dará cuenta de qué le gusta más y le resulta más fácil. Aceptar que esta no es su carrera preferida es algo que puede pasar y es parte de la exploración. De a poco se dará cuenta de que no es lo suyo eso que en algún momento decidió que quería ser y no estaba tan seguro.
¿Debe retirarse y buscar otra?
Si no le gusta tiene que retirarse, pero debe revisar dentro de su malla las materias que recibió y que tendrá en la profesión que seguirá para homologarlas.
¿La universidad es para todos?
Sí, la universidad es para todo aquel que quiera y desee estudiar una carrera profesional. (I)
Los alumnos hacen un test y entrevistas desde décimo
El proceso de orientación vocacional y profesional (OVP) en las instituciones educativas públicas se implementó desde 2015 con la creación de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE).
Karina Villacís, directora del DECE del colegio Simón Bolívar, explica que arranca en el nivel educativo inicial. La funcionaria aconseja desarrollar el interés en los niños para que en el bachillerato ellos tengan autoconocimiento de sus habilidades y fortalezas.
En ese sentido señala que realizan talleres lúdicos para mostrar las diferentes carreras.
“Enseñamos qué hace un abogado, docentes, ingenieros y cuál es el ámbito laboral. En ocasiones se disfrazan para que vivan la experiencia.
Contamos con material audiovisual sobre las profesiones”.
En el décimo año dan una prueba compuesta por una entrevista vocacional. Con eso se indaga cuáles son las tres profesiones de preferencia: “El nivel de educación de sus padres, el autoconcepto del éxito profesional y lo que se necesita para lograr éxitos en los estudios”. Luego -añade- deben responder un cuestionario de 60 preguntas para analizar los temperamentos de los estudiantes. “Preguntamos si les gusta trabajar al aire libre o en oficina, si les agradan los animales o las matemáticas”.
El 75% de los colegiales contestó el año pasado que prefería las ciencias y el porcentaje restante la contabilidad, informática y mecánica automotriz. (I)