El activista de izquierdas y músico hip-hop Pavlos Fyssas, víctima mortal de un ataque neonazi, en la madrugada del miércoles, fue sepultado mientras que su asesino se encuentra en prisión a la espera de prestar la declaración ante el juez.

En la madrugada se registraron varios choques entre manifestantes y la Policía en distintos puntos de Atenas, El Pireo, así como en la ciudad de Patras, con motivo de las concentraciones antifascistas que  hubo tras el  ataque.

En el barrio  Keratsini, escenario del crimen, varios grupos de manifestantes violentos libraron una batalla campal con las fuerzas de seguridad, además de lanzar bombas molotov y piedras, e incendiaron contenedores de basura. La Policía detuvo finalmente a 34 personas, informó un portavoz de la Policía.

Enfrentamientos similares se registraron también en la ciudad de Patras (oeste de Grecia) y de menor intensidad también ante la Dirección General de la Policía en Atenas.

Mientras que, el fiscal encargado del caso informó  que el autor confeso del apuñalamiento, un hombre de 45 años vinculado al partido de extrema derecha Amanecer Dorado, será acusado de homicidio y violación intencionada de la Ley de Armas.

También han sido detenidas otras tres personas con  relación a este ataque, la esposa del autor material, una pariente y el gerente de la organización local Amanecer Dorado.

La esposa está acusada de perjurio, por haber dado informaciones falsas a la Policía, y las otras dos personas de haber ocultado material inculpatorio.

En sus declaraciones a la Policía, la esposa, que confesó ser también miembro de Amanecer Dorado, explicó que su marido había recibido una llamada tras la cual salió inmediatamente de casa, no sin antes pedirle que destruyera sus artículos personales.

En el primer momento la mujer afirmó haber tirado las pertenencias, declaración que modificó varias veces hasta asegurar que las había entregado a la organización local del partido neonazi.

Pavlos Fyssas murió apuñalado después de que el autor de los hechos se le acercara, en coche, preguntándole por el nombre de la calle en la que se encontraban. Dadas las características del ataque, la Policía, apunta a que se trata de una emboscada premeditada.