Usuarios apoyan control del transporte en paradas
Desde hace una semana, varios choferes y controladores sacan su mano para indicar a los pasajeros que se reunan en las paradas. Miembros de la Policía Municipal observan detenidamente que los buses lleguen con las puertas cerradas y recojan a los usuarios en los lugares establecidos.
La nueva disposición no es conocida por muchos ciudadanos, quienes acostumbrados a subirse y bajarse en lugares no autorizados muestran su enojo con los choferes que, luego de recibir agravios, informan de la disposición que deben cumplir en la capital.
Algunos usuarios en las veredas evidencian que los buses de transporte público no se detienen para ofrecerles el servicio, como antes.
Se trata de un plan de control cuya primera etapa se ejecuta en 287 paradas de buses convencionales; zonas de mayor concurrencia de peatones y en los ejes principales de la ciudad, buscando mejorar la seguridad de los pasajeros y reducir los embotellamientos del tráfico en las vías de primer orden.
Los policías metropolitanos trabajan en grupos de tres: uno en la parada señalizada y dos recorriendo las veredas en sus aproximaciones. Esto en 75 paradas simultáneamente, para cubrir el total de manera rotativa, según una programación específica, basada en criterios de impacto de la medida de control.
Las áreas de intervención son: al norte, la calle Ramón Borja, la Av. Florida. Al sur, la Av. Teniente Hugo Ortiz y la calle Joaquín Gutiérrez. En el este, las avenidas Eloy Alfaro, González Suárez, 12 de Octubre, Velasco Ibarra y Napo. Al oeste, la Av. Mariscal Sucre.
Claudia Ortiz, de 38 años, pasajera, mencionó que la iniciativa ayuda a mejorar el servicio al peatón y así se obliga a llevar a los niños y ancianos con seguridad.
Este control es uno de los componentes del nuevo modelo de movilidad que se implementa en el Distrito Metropolitano para corregir los vicios irrespetuosos del crecimiento urbano y, de esa manera, revertir las tendencias en los desplazamientos a partir de una concepción integral del sistema, articulando los temas de tránsito y seguridad vial.
Francisco Cepeda es chofer y ofrece el servicio de transporte hacia la Mitad del Mundo por la avenida Mariscal Sucre. Afirma que “la medida ayuda a reducir el tiempo de recorrido y, a la vez, enseña buenos modales a la ciudadanía”.
El concejal Patricio Ubidia, presidente de la Comisión de Movilidad del Concejo Metropolitano, confirma que la decisión ha dado buenos resultados, debido a que se reducen los tiempos de circulación en las vías de mayor flujo vehicular.
La Policía Metropolitana controla que los buses circulen con las puertas cerradas entre paradas autorizadas, evita que los vehículos no pertinentes usen el espacio público e informa a los transportistas sobre la obligación de emplear las paradas reglamentadas.
El gerente de la Empresa Metropolitana de Transporte de Quito, Carlos Poveda, afirmó que la disposición obliga a los transportistas y usuarios a mejorar la calidad del servicio. “Lo mismo sucederá en las paradas de las rutas alimentadoras en los barrios a donde llega este servicio”.
Los llamados de atención a conductores que se detengan demasiado tiempo, o que realicen rebasamientos inapropiados, tendrán un registro escrito y fotográfico que se entregará a la Policía Nacional para que emita las sanciones correspondientes.