Alrededor de las 11:30 del domingo pasado, las filas de vehículos alcanzaban unos 5 kilómetros entre la calle Flavio Alfaro (extremo norte del barrio San Carlos) y la avenida Edmundo Carvajal (sector del centro comercial El Bosque).

José Coronel, quien trataba de llegar al mercado de San Roque (centro-sur) a bordo de su camioneta Chevrolet Luv, comentó con un dejo de fastidio que parecía “un día laborable normal”. Estela Achig, su esposa, añadió que la situación era peor que el sábado, cuando “había tráfico, pero no tanto”.

Mientras Antonio Seminario, quien conducía un Nissan Frontier, sacaba continuamente la cabeza por la ventana del automotor en busca de la causa del embotellamiento. Al enterarse de que no era un accidente —como imaginó—, sino de trabajos en la vía, reclamó: “Deberían trabajar en la noche”.

En efecto, el origen del trancón era el reasfaltado que realiza actualmente la constructora Éufrates a la altura del colegio Intisana, en dirección norte-sur.

La ejecución de la obra permite a los conductores circular a velocidad normal (hasta 90 km por hora) únicamente por un carril.

En otro punto de la vía, la presencia de un escalón obliga a reducir la velocidad abruptamente, lo que habría causado 5 accidentes de tránsito la tarde del sábado, según información de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). En el más grave, un motociclista cayó y resultó herido.

En el andarivel restante, la falta de la capa de rodadura hace que la circulación sea más lenta de lo acostumbrado.

A lo anterior se suma la imprudencia de algunos conductores, quienes se cambian de carril, rebasan o realizan alguna maniobra arriesgada; acciones que terminan por complicar el de ya por sí difícil tránsito por la vía, considerada de descongestión.

Víctor Lazo, fiscalizador de la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP), señaló que tratan de causar las menores incomodidades posibles con los trabajos, pero que algún tipo de molestia es inevitable.

Frente a las protestas ciudadanas por el aparente aumento de problemas conforme avanzan las obras, Lazo señaló que no se ha variado el sistema de trabajo, que se hace en un solo carril. Y aseguró que la diferencia de las obras en sentido sur-norte y norte-sur radica básicamente en la variación del flujo de vehículos en el transcurso del día.

Así, según el funcionario, cuando se reasfaltó en dirección sur-norte, resultó más fácil intervenir la vía porque durante la mayor parte de la mañana el peso del tráfico recae en el sentido contrario; y, por lo tanto, el impacto fue menor al actual. Y que cuando se realizaban los trabajos de retiro de la capa asfáltica y de fresado (durante las noches), la circulación era mínima, por lo que casi no hubo afectación.

En tanto que ahora que se trabaja en el otro sentido, el cierre aunque solo sea de un carril y en ciertas horas, ello afecta decisivamente a la circulación que se produce de norte a sur debido a la movilización masiva de personas que se dirigen a cumplir con sus actividades diarias.

Esto hizo que ayer, según un agente civil de tránsito, las filas de automotores empezaran a formarse casi desde las 06:00, cuando normalmente la aglomeración de vehículos se da desde las 07:30.

Por ello, el fiscalizador apuntó que se espera concluir con los trabajos hasta el viernes, con lo que la situación se normalizaría.