Mientras que el debate político en el Ecuador tanto a nivel académico, como mediático ha girado en torno al fortalecimiento o desaparición de instituciones “progresistas”, fuera de la burbuja ideológica ecuatoriana, el mundo sigue su rumbo. Es así como nuevos fenómenos que afectarán al país se avecinan, por lo que es imperante mantener un entendimiento de la política global para saber qué rumbo puede tomar el país dependiendo de su posición en el sistema internacional.

Cuestiones como una inevitable crisis de las instituciones democráticas liberales y la creciente desconfianza en los multilaterales son efectos directos de la inestabilidad hegemónica. China ha asumido un papel preponderante en organismos como la OMC, gracias a un proyecto de compra de conciencias para ser aceptado como una economía de mercado. Esto puede ser trascendental para la política de todos los países pequeños tomando en cuenta las palabras que el presidente chino Xi Jinping expresó en el Foro Económico Global, que planteaba que, para mantener economías de mercado, no es necesario mantener democracias liberales.

Por su parte, Estados Unidos con graves problemas internos, ha abandonado su rol en el mantenimiento de las instituciones democráticas, esto se debe a que el coste de mantener el rol hegemónico es muy alto, y la potencia ya no está en condiciones óptimas de hacerlo. Esto produce un aumento en la desconfianza del público en general a los sistemas políticos que hemos estado acostumbrados desde la caída del muro de Berlín. Las repercusiones más claras pueden resultar en surgimientos de caudillos populistas con discursos extremistas, aprovechando la incertidumbre en las sociedades.

A su vez, Rusia sigue fortaleciendo su zona de influencia, efecto que podría replicarse por otras potencias, lo que desencadenaría una especie de mundo orwelliano en donde las instituciones globales pueden desaparecer, y generase barreras y procesos regionales cerrados.

Por esta razón, es importante mantener una perspectiva política global. El Ecuador no es una burbuja aislada, es parte de un sistema internacional. Consecuentemente, los planes de gobierno deben tener en cuenta las posibles crisis en órdenes políticos mundiales, la aparición de ideas extremistas, la pérdida de poder adquisitivo global debido a la devaluación de todas las monedas con respecto a metales “save-heaven”, y, por supuesto, a temas como las crisis ecológicas y los avances tecnológicos. Momento de exigir que se haga verdadera política para el futuro del Ecuador y no solamente para satisfacer ideologías cortoplacistas. (O)