Catalina Botero: “Comisión simplemente se equivocó en Ecuador”
Fue la Relatora Especial de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos (CIDH). Catalina Botero, quien mantuvo enfrentamientos con el expresidente Rafael Correa, habló por teléfono con este Diario.
¿Le sorprende el dictamen de la CIDH sobre los vocales del Consejo de Participación Ciudadana?
No solo ha sido sorprendente para Ecuador, sino para toda la comunidad que trabaja en derechos humanos en América Latina. No es muy claro, no aparece en ninguna parte cuáles son los derechos humanos que están amenazados de manera tan grave y urgente, y cuya violación es tan irreversible que amerite una medida tan dramática como la solicitud a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) para que suspenda una consulta popular. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) simplemente se equivocó.
¿Pero qué salidas hay?
Hay que intervenir ante la CorteIDH y mostrar que el procedimiento seguido no viola ningún derecho humano de esos consejeros, que es la única competencia de la Corte. La consulta popular fue fruto de una votación limpia, abierta y transparente. La Corte no puede atravesarse a esa decisión popular.
¿Por qué la CIDH acepta el pedido de los consejeros?
Rafael Correa y sus autoridades utilizaron todas las herramientas que tenían a su alcance: la mentira, la influencia política, los recursos económicos para neutralizar a la CIDH y a la Relatoría de la Libertad de Expresión. Resulta sorprendente; y el cinismo del correísmo no me sorprende. Hacen uso político de los instrumentos jurídicos internacionales que son buenos cuando les sirven y malos cuando no les sirven.
Según su opinión, ¿cuál sería el objetivo de acudir a la CIDH?
Ellos quieren lograr una decisión de la Corte para poder justificar que la Corte Constitucional de Ecuador tumbe la consulta. Así Rafael Correa puede quedarse eternamente en el poder, pues ese parece ser su sueño. Los ecuatorianos pusieron una salvaguarda, eso no lo hicieron Venezuela, Bolivia ni Nicaragua. (I)