¿Quién paga la cuenta?
Los hombres y las mujeres continúan siendo conservadores en el ámbito económico. Aunque cada vez es más común -aseguran- que la gente diga que quien debe pagar es quien hace la invitación, las mujeres, en su mayoría, creen que el hombre debe cancelar la cuenta, y, que cuando lo hace, es una señal de que está interesado y es un caballero.
Muchos psicólogos coinciden al señalar que la forma en que deciden pagar en una cita revela cómo piensan que los papeles de los hombres y las mujeres deberían funcionar en una futura relación.
Este tema fue incluso objeto de una investigación desarrollada por la Universidad Chapman de California y presentada más tarde por la Asociación Americana de Sociología.
Para efectuar el estudio se usó una muestra de 17 mil personas. Los resultados fueron, a todas luces, reveladores: el 84% de hombres piensa que ellos siguen cubriendo los gastos de las citas que han tenido éxito después del primer encuentro; el 76% se siente culpable si una mujer paga; el 73% opina que a partir de los 6 meses empiezan a compartir el pago.
Además, el 64% las personas piensa que los gastos en una relación deben ser repartidos y el 44% dejaría a una mujer que siempre se negara a pagar. Por su parte, el 85% de las mujeres piensa que los hombres siguen cubriendo los gastos después del primer encuentro y el 83% asegura que los comparten a partir de los 6 meses de salir juntos.
Hay un 57% de mujeres que ofrece pagar, bien de forma verbal o haciendo el gesto de sacar la cartera. Aun así, el 39% de estas confiesan que secretamente esperan que su propuesta sea rechazada.
Por último, el 44% de las mujeres afirma que les molestaría pagar la cuenta. De acuerdo con un informe publicado en la revista Transculturality, los hombres y mujeres aún se resisten al cambio de roles.
Uno de los motivos que podrían explicar por qué las mujeres no toman la iniciativa de cancelar la factura, es que, a pesar de cumplir tareas que exigen un alto nivel de calificación, aún perciben sueldos inferiores a que reciben los hombres. Además, son ellas quienes realizan la mayor parte del trabajo doméstico, sin que este haya sido reconocido desde el punto de vista económico.
También hay hombres que quieren compensar, de alguna manera, su menor colaboración dentro de las tareas del hogar y que por ello, se sientan culpables. También hay aquellos que no quieren abandonar el rol de “conquistadores” y el poder, que les proporciona tener mayores ingresos que su pareja. El tema generacional también cuenta. Así, por ejemplo, los hombres que sobrepasan los 50 años tienden a pagar la cuenta, porque mantienen una postura de “caballeros”. Los jóvenes, a diferencia de los mayores, son más descomplicados y suelen dividir el gasto con su invitada o potencial pareja.
Para Mario Andrade, estudiante universitario, el problema no radica en establecer quién pagará la factura, sino más bien en descubrir quién puede pagarla. Y en ese caso, todos se olvidan de cualquier presunción de igualdad, como de los gestos caballerosos. Hay quienes aseguran que existe un elemento cultural en el tema de la cuenta que afianza esa concepción de que el hombre es el proveedor.
Andrade es partidario de que la cuenta sea repartida e incluso explica que las mujeres también podrían invitar a los hombres. “No tengo ningún lío en que me inviten o que paguemos a medias. Eso de que el hombre siempre pague no está bien”, comenta.
A Aracely Núñez no le molesta pagar cuando sale con su pareja; lo ha hecho en varias ocasiones. “Nunca me he sentido incómoda al hacerlo, porque él también me invita, incluso más de lo que yo lo hago.
También trabajo, tengo mis ingresos y es justo que también invite”.
Según el estudio realizado por la Universidad de Chapman de California, hay hombres que han dejado de salir con una mujer, porque nunca pagaba nada. Muchos hombres enfrentan el dilema cuando llega la hora de cancelar: ¿debe aceptar que ella pague o no?
Podría pensarse que eso depende del interés que tenga en ella, por lo menos en lo que respecta a esta primera cita, aunque desde el principio de los tiempos existe en el colectivo la idea de que los hombres deben ser caballeros, más allá de la atracción que sientan por una mujer.
Un estudio reportado por Forbes, señala que “el 59% del total de los encuestados dijo que el hombre siempre debe pagar, a menos que la mujer le haya invitado a salir”; un resultado que se comparte casi por igual en todas las generaciones, es decir, no importa la edad.
Con frecuencia, cuando se trata de una amistad, las cuentas van por la mitad. Aunque en este caso también los hombres suelen tomar la delantera en la mayoría de casos.