Cada vez que finalizan las fiestas de Navidad y Año Nuevo, surge la necesidad apremiante de bajar de peso. Muchas personas se proponen ir al gimnasio de manera más regular y otras se someten a dietas rigurosas que resultan —en muchos casos— difíciles de seguir al pie de la letra. En realidad, de acuerdo con varios estudios, solo 3 de cada 10 personas que comienzan una dieta de adelgazamiento logran su objetivo.

¿Las dietas pueden poner en riesgo nuestra salud?

Cada cierto tiempo aparecen nuevas dietas que tienen en común el anuncio de una rápida pérdida de peso sin esfuerzo. Estas ‘dietas milagro’, inducen una restricción calórica muy severa, que generalmente conduce a situaciones de carencias que las hace insostenibles en el tiempo y peligrosas para la salud. Con frecuencia, estas dietas son fruto de la búsqueda de beneficios económicos más que de la promoción de una alimentación sana y equilibrada. Incluso pueden inducir a pérdidas dramáticas de vitaminas, minerales y provocar alteraciones metabólicas.

¿Qué régimen alimenticio resulta más beneficioso?

No existen los milagros en el mundo de la nutrición, adelgaza quien combina dieta y ejercicio y se aleja de las dietas mágicas que prometen perder peso tumbado en el sofá. Una dieta sana y equilibrada es aquella que combina proteínas, hidratos de carbono y, por supuesto, grasa. Es necesario potenciar el consumo de pescado, frutas, verduras y legumbres.

¿Los resultados pueden ser inmediatos?

Algunas dietas prometen mucho, pero los resultados no son visibles de la noche a la mañana. Si esta es guiada por un profesional en nutrición es posible garantizar resultados en el mediano plazo. Lo importante es alimentarse de manera saludable, sin excesos ni privaciones. Hay personas que reducen libras de manera rápida con dietas drásticas, pero los resultados no siempre se prolongan en el tiempo. Existe el efecto rebote que ocurre cuando tras una dieta muy baja en calorías, el cuerpo pierde deprisa varios kilos, pero al poco tiempo el cuerpo recupera los kilos perdidos y, además, sobrepasa el peso. Esto puede ocurrir varias semanas o meses después de finalizar la dieta.