Hace un par de años el orense Carlos Ramírez estudiaba producción musical en el instituto Tecson, en Buenos Aires, Argentina. Allá adquirió el hábito de la lectura, aunque no se considera un asiduo lector, pero sabe qué textos escoger.

Entre ellos constan obras del chileno Roberto Bolaño (1953-2003) como la novela Los detectives salvajes (1998) o el libro Los perros románticos (1993), que contiene 43 poesías, entre ellas ‘Los detectives helados’.
Y aquellos descubrimientos literarios inspiraron el nombre de su banda: Los Detectives Helados, que esta noche se presenta, desde las 19:30, en la Alianza Francesa de Guayaquil, con Dome Palma como artista invitada.

Ramírez, quien nació en Piñas y es el vocalista/guitarrista, trajo esa idea a Guayaquil, donde reside con sus coterráneos Paulo Buele, pianista, y Diego Romero, baterista, quienes son la base de la agrupación que en el escenario y el estudio de grabación propone un híbrido de rock indie con blues, pop, algo de psicodelia y música experimental, que en realidad son la unión de las influencias de los tres miembros.

El cantante del grupo se revela como admirador del rock argentino, entre ellos del ‘Flaco’ Luis Alberto Spinetta en todas sus etapas (Almendra, Pescado Rabioso, Invisible y más) y La Máquina de Hacer Pájaros (una de las invenciones de Charly García). También es un fan confeso de The Beatles, The Velvet Underground, y grupos más contemporáneos, como The Strokes, mientras que en lo nacional se decanta por La Máquina Camaleón, Morfeo y Da Pawn.

Paulo se nutre más del blues y del jazz clásico, de swing y big band, mientras que Diego es el punkero de Los Detectives Helados que tiene canciones como ‘Soy una estrella pop’, que tiene una onda funky, a través de las guitarras y el bajo que toca Junior Santana.

“La canción es una especie de parodia, de sarcasmo hacia muchos intérpretes pop. Un día, haciendo zapping en la televisión me topé con videos de Britney Spears y otros de quienes no me gusta su música. Me dije: ¿Qué pasaría si yo fuera fugazmente una estrella de pop?”, explica Ramírez.

Cada canción suena muy diferente a la otra. ‘Saturno’ tiene un sonido experimental y surgió de un poema de Jorge Torres, otro amigo orense de Ramírez, quien le agregó más frases para completar la canción. Añade que ‘Espacio sideral’ es una balada rítmica, pero con una lírica que se aparta del ‘te quiero’ como cliché.

‘La puerta oscura’ es blues rock, mientras que ‘En el camino’, que tiene la colaboración de Ricardo Pita y pronto estrenará video grabado en Piñas, aborda la historia de dos adolescentes que en su transitar descubren varias circunstancias, como el enamoramiento de un cura y una monja, entre otros.

Robert Mendoza dirigió el video, mientras que Guido Bajaña se encargó de la fotografía de esta canción que pertenece al disco producido en el desaparecido estudio Triple Records por Charles Taylor, un chileno radicado en Ecuador. (I)