Por años María Susana Rivadeneira ha destacado como modelo y cuando se convirtió en Miss Ecuador 2004 se robó el corazón de miles de ecuatorianos por su carisma, belleza, sencillez y estilo de vida.

Su destreza y visión la convirtieron en una destacada empresaria dentro del mundo de la moda y se convirtió en una gestora que impulsa la industria en el país a través de Designer Book, una de las plataformas de alta costura más importantes del país.

Ahora, María Susana Rivadeneira incursiona en las artes plásticas con ‘Que los grandes miren al cielo’, muestra que responde a una retrospectiva en la que regresa a su infancia y le rinde tributo a través de figuras y formas en esculturas de hierro de mediado y gran formato, acrílicos, óleos, fotografías y proyecciones.

“Ha sido como un despertar y descubrir esa niña que tenía por dentro. Los compromisos de la vida han hecho que esas cosas se vayan quedando atrás y olvidara la mejor etapa de nuestra vida porque cuando somos niños no nos complicamos y somos felices todo el tiempo”, señaló María Susana, quien la noche de la inauguración estuvo rodeada de familiares y amigos.

Aseguró que no le importa si sus cuadros “son buenos o no” pero la intención es que la gente se identifique con ellos y “vuelva a esa niñez que nos robaba sonrisas ante la vida y por cosas simples. Volver a esa etapa que nos mantenía optimistas y con ganas de descubrir nuevas cosas”.

‘Que los grandes miren al cielo’ comenzó a tomar formar desde el pasado mes de febrero cuando inició la búsqueda de los elementos que conforman varias piezas de arte como las tapas de botellas de plástico. “Los materiales reusables fue una propuesta ideal porque hay que estar en armonía con el medio ambiente”.

Comentó que mientras hacía la obra recordó los paseos en el “Play Land park” y comía las manzanas acarameladas, algodones de azúcar o ‘las carabinas chicleras’ que “cuando disparabas no le atinabas a la caja de chicle y cuando atinabas te volvías loco… era divertido”.

La muestra ‘Que los grandes miren al cielo’ estará abierta en el sala principal del Museo Municipal (Calle Sucre, entre Chile y Pedro Carbo) hasta el próximo 4 de octubre.