El histrión guayaquileño Marcelo Gálvez recuerda a su padre Lucho como un hombre estricto a quien le disgustaba la inoperancia y amaba ayudar a los demás. Estas enseñanzas se convirtieron en su filosofía para educar y formar a sus hijos José Daniel, Andrea, José Gabriel, Juan Manuel y Lucía, su último vástago.

Cada uno de los miembros de la familia habló con este Diario, y expresó cómo es el actor detrás de las tablas.

Para José Daniel, Marcelo es un padre muy divertido y que en momentos de tensión parece “bipolar”, pues rápidamente pasa de tener un rostro sonriente a uno enojado. “A veces estamos conversando en la casa y de la nada se exalta, es asombroso verlo cambiar de ánimo. Tenemos parecido el carácter, por eso lo entiendo, y en ocasiones hasta pensamos igual”, refiere José Daniel de 17 años.

Recuerda que desde muy pequeño lo veía actuar y que le parecía increíble que un solo hombre pueda interpretar varios personajes en una misma obra.

Menciona que con el pasar de los años ha compartido momentos emocionales y artísticos. Como en aquella ocasión en la se subió al escenario para protagonizar la obra ‘Mr. Juramento’, ‘Ángeles Gálvez’, entre otras.

Entre risas comenta que sacó el sentido del humor de su padre, pues cada vez que dice una palabra la gente se ríe, no entiende si tiene cara de payaso o es la gracia y el carisma que ya viene de familia.

Andrea, la hija mayor del clan Gálvez, expresa que su padre es un hombre consentidor, muy sensible y que le gusta enseñar y compartir a los demás. Comenta que la mentira lo saca de casillas, sin embargo confiesa que de pequeña dijo una que otra “mentira piadosa” con sus hermanos.

Él me decía que lo único que no podía perdonar era que le mintiéramos, por eso hasta el día de hoy le cuento todas las cosas, manifiesta Andrea quien en la actualidad es una de las mejores amigas de su padre.

Asimismo indica que durante su infancia Marcelo nunca le pegó, de un llamado de atención no pasaba. “Él era muy estricto con la crianza de cada uno de nosotros, pero jamás usó la violencia”.

Cuenta como dato curioso que cuando acompaña a su padre a reuniones o de paseo por las calles, siempre le preguntan si es la esposa o novia del reconocido actor. Para José Gabriel, de 9 años, hablar de su padre lo emociona mucho. Los ojos le brillan, parece que contara la vida de un superhéroe de cine o televisión.

Mi papá es lo máximo, siempre me lleva a pasear y me aconseja mucho, me gustaría ser actor como él algún día, cuenta José Gabriel con una sonrisa de oreja a oreja. “En mi curso soy popular, siempre me piden autógrafos y me preguntan cuándo viene mi papá a verme a la escuela”, refiere.

Al igual que sus otros hermanos coincide en que Marcelo es un hombre ejemplar, respetuoso, entre otras virtudes. Pero que al momento de corregir y enseñarle a sus vástagos es muy disciplinado. Juan Manuel, quien se dio a conocer en el desaparecido reality ‘Fama o Drama’ explica que su relación con Marcelo es más como la de un amigo que como padre.

Siempre ha tenido el apoyo de él en muchas de las decisiones que ha tomado, en especial las de carácter artístico. Señala que aunque ya no es un niño siempre está pendiente de todo lo que hace en el diario vivir.

Cuando era pequeño fui bastante travieso pero nunca hubo la necesidad de golpearme, él me miraba y ya sabía que estaba haciendo algo mal. “Él llama constantemente a cada uno de mis hermanos para preguntar cómo nos ha ido en el día o la semana, somos muy unidos”, menciona Juan Manuel.

Destaca de Marcelo su espontaneidad para decir las cosas de frente, no tiene reparo alguno en decir las cosas tal y como son.

Recuerda de su padre la frase ‘Sé buen artista en cualquier parte’. “Cuando ofrecí mi primer show me dijeron muchas cosas, pero yo no hice caso a ninguna de esas palabras”, señala Juan Manuel.

Al igual que Andrea, comparte el pensamiento de que su padre odia la mentira. “Él quería que le digamos la verdad y le desesperaba más saber que le mintiéramos a saber la travesura que habíamos hecho entre hermanos”, puntualiza.

ENTÉRATE

El actor Marcelo Gálvez participó recientemente en la obra ‘70 y 20: El ocaso de un seductor’, la cual estuvo bajo la dirección de Oswaldo Segura. La comedia está ambientada en la casa del abuelo Esteban, quien invita a su nieto y a su novia a pasar la tarde en su domicilio. Desde el primer momento se da una inesperada conexión entre el abuelo ‘Teby’ (Marcelo Gálvez) y la novia (Gabriela Armas) de su nieto Puchito, que fue caracterizado por Juan José Jaramillo.