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El Telégrafo
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Se acerca la hora cero del concierto más esperado

El comercio también se beneficia de la llegada del ‘Sir’

Víctor Dinamarca realiza estampados con logotipos y fotos. Fotos: Marco Salgado
Víctor Dinamarca realiza estampados con logotipos y fotos. Fotos: Marco Salgado
28 de abril de 2014 - 00:00 - Redacción Quito

Definitivamente el dinero no solo se mueve en la compra y venta de entradas, sino que miles de personas se han volcado a la adquisición de algún recuerdo de la gira ‘Out There’, que se ofrece hoy en el país.

También es la plataforma necesaria para publicitar y demostrar la creatividad. Este es el caso de Víctor Dinamarca, dueño de la marca ‘Old School Rock & Roll’, quien realiza estampados con los logotipos y fotos de las bandas de rock ‘de la vieja escuela’ (como dice su nombre).

Dada la coyuntura del concierto de Paul McCartney, la producción se centró en los pedidos que le han hecho quienes desean tener un recuerdo de la gira. “Hemos producido varias docenas de camisetas con el logotipo de la gira y con la foto del cantante”, afirmó Víctor, quien además es seguidor del músico, tanto en la banda como en solitario desde su adolescencia.

Cabe recalcar que su producción es artesanal, por lo que la realización de cada camiseta o bolso le toma un poco más de tiempo que las producciones en masa. Los diseños pueden ser personalizados e incluso llevar el nombre de la persona que los realiza.

El contacto con él es a través de las redes sociales, ya que sus diseños son originales y patentados. Los precios oscilan entre 10 y 15 dólares, considerados asequibles al público en general. Este detalle también lo ha ayudado a que la gente pueda acercarse más a sus productos.

Por otro lado están las ventas de discos y souvenirs en cadenas como Musicalísimo, donde -según afirman los encargados- las ventas han aumentado considerablemente debido a la coyuntura del concierto. En este sentido también se puede decir que el hecho de que las entradas se hayan vendido y canjeado en esta cadena ha apoyado a la afluencia de clientes, que al final terminan adquiriendo un detallito adicional.

Las cifras de incrementos en ventas o ganancias no fueron entregadas, pero las apreciaciones de quienes se encargan de estos menesteres hablan por sí solas.

Discos y souvenirs han aumentado su demanda durante estos meses.

Adicional a esto tuvimos en la ciudad la visita del ‘Beatlekiosko’, o al menos una parte de él con su propietario Eduardo Salvador, quien además es un fiel seguidor de los Beatles y que, por supuesto, no se perderá la oportunidad de acercarse y saludar al ‘Sir’. Cuenta que el objetivo de su negocio es trascender la marca musical de los Beatles y ahora de Paul McCartney a las nuevas generaciones.

“Es necesario que más gente conozca lo que son los Beatles para que esto no se pierda, la música de los ‘Cuatro de Liverpool’ cambió la historia de la música”, afirma el comerciante y músico.

Es así que la fiebre de Paul McCartney ha movilizado a miles de personas, entre espectadores, trabajadores, técnicos, transportistas y comerciantes. La hora cero ha llegado y lo único que los fanáticos desean es guardar el recuerdo del mejor concierto de los últimos años en el país.

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