El alarido de Tarzán suena tan vigente
Aunque oficialmente en octubre se cumplirá el centenario de la publicación de la novela ‘Tarzan of the apes’, de Edgar Rice Burroughs, que popularizó al ‘Hombre mono’, muchos de sus fans ya celebran por adelantado.
Una forma es con la reedición de ‘The Greystoke Legacy’ y ‘Tarzan: The Jungle Warrior’ (ambas de 2011 y de Andy Briggs) en papel y formato digital, según informó la editorial Open Road Integrated Media.
Durante esta semana muchos seguidores de Tarzán empezaron a ensayar su famoso grito. Algunos lo hacen con más entusiasmo que afinación y algo de disfonía -con gallo incluido- emulan el llamado de la selva que entre 1932 y 1948 popularizó el actor Johnny Weismuller, quizás el más carismático de los que encarnaron a ‘Hombre mono’.
Incluso este fin de semana se realizó el concurso anual de alaridos en un hotel de Los Ángeles, entre una jungla de asfalto y palmeras ornamentales. Se trata de la convención ‘Dum Dum’ que año tras año reúne a los fans de Tarzán.
Más allá de la calidad del sonido, el modesto evento simbolizó una llamada de atención de quienes se resisten a que el paso del tiempo silencie el legado del personaje criado entre monos y ataviado con un simple taparrabos de piel, que se movía de liana en liana.
“Él era esencialmente un guerrero ecologista. Quería proteger los árboles, los animales, cosas que nos damos cuenta ahora que son importantes, como el calentamiento global, que no habrían pasado si Tarzán fuera el rey”, dice John Burroughs, el nieto del autor.
A sus 70 años, Burroughs recuerda cómo aprendió a leer con las historias de su temperamental abuelo, quien llegó a cansarse del hombre mono, que era lo que le demandaba el público y las editoriales, y de soportar las acusaciones de los críticos.
“Igual que Arthur Conan Doyle estaba forzado a escribir de Sherlock Holmes, él tenía que hacerlo con Tarzán”, rememora su nieto.
Tarzán, que significa “piel blanca” en el lenguaje simio de ficción, protagonizó 24 novelas desde que apareció por primera vez en octubre de 1912 en la revista ‘The All-Story” con la historia “Tarzan of the Apes: A Romance of the Jungle’, y un siglo después atesora más de 100 millones de copias vendidas.
El héroe selvático saltó del papel a la gran pantalla donde se le pudo ver en medio centenar de películas, así como en 32 dibujos animados para la televisión y 450 cómics.
Johnny Weismuller, ganador de cinco medallas de oro olímpicas en natación, inmortalizó físicamente al personaje que posteriormente encarnaron otros.
Denny Miller es uno de ellos. Tiene 78 años y en 1959 estelarizó el ‘remake’ de ‘Tarzan: The Ape Man’. “La mayoría de los actores que personificaron a Tarzán no solo eran atletas, eran los mejores en su disciplina. Debí nadar, que es algo que hago muy bien, también gritar, pero sonaba como un gato herido así que acabaron editando eso y usando el alarido de Johnny Weismuller”, reconoce Miller.
El veterano actor acudió ayer a la presentación del primer sello de correos de Estados Unidos en honor de Edgar Rice Burroughs y Tarzán que fue desvelado en el distrito angelino de Tarzana, una zona que tomó su nombre del rancho del autor cuya oficina, aún existe.
El edificio es actualmente la sede de la empresa Edgar Rice Burroughs Inc. (ERB) que gestiona los derechos sobre las novelas y los contenidos derivados como producciones audiovisuales, publicaciones y mercadotecnia.
Su presidente, Jim Sullos, confirma que editará nuevos libros y películas de Tarzán. La primera se estrenará en 2013 y su rodaje será en 3D y con tecnología de captura de movimientos, la segunda está en fase de guion, depende del estudio Warner, y será de acción real con su estreno estimado para 2014 o 2015, según Sullos, quien afirma que pese a la longevidad del personaje: “Tarzán no es una especie en peligro de extinción”.