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Tarzán regresa a las pantallas de cine con mensaje anticolonialista

Para recrear este personaje, el actor Alexander Skarsgård se ejercitó cuatro horas diarias en un gimnasio por seis meses.
Para recrear este personaje, el actor Alexander Skarsgård se ejercitó cuatro horas diarias en un gimnasio por seis meses.
Foto: Internet
19 de julio de 2016 - 16:00 - Redacción Telemix

Fue en 1912 cuando Edgar Rice Burroughs creó a Tarzán y lo mostró al mundo en la revista All Story Magazine. Desde entonces, películas, series de televisión y cómics se han encargado de darle al entrañable personaje la popularidad que hoy en día tiene, convirtiéndolo en el inigualable e insuperable rey de la selva.

Este fin de semana llegó una nueva recreación de la historia del niño que quedó huérfano en la selva y que fue adoptado por una manada de gorilas. David Yates, quien dirigió los últimos dos filmes de Harry Potter, es el director de esta nueva película.

Alexander Skarsgård interpreta al hombre que viaja en liana y Margot Robbie a su esposa, Jane. Se le une al elenco Christoph Waltz, como el capitán Rom; Samuel L. Jackson, como George Washington Williams; Djimon Hounsou, como el Chief Mbonga; Jim Broadbent, como el primer ministro, entre otros.

La historia presenta a Tarzán en la edad adulta, casado con Jane y viviendo en Inglaterra como Lord Greystoke.

Todo cambia cuando recibe una invitación del rey Leopoldo para visitar el Congo y conocer el trabajo de los líderes belgas ahí. George Washington Williams, un historiador de la vida real y veterano de la Guerra Civil que expuso las atrocidades en el Congo, lo convence de tratar de conocer lo que pasa realmente con los nativos.  

El hecho de que se incluya a George Washington Williams en la mitología de Tarzán ayudó al director David Yates a afianzar más la película en el contexto histórico. También sirvió para alejarse de algunos de los elementos menos agradables de la historia. “No fue difícil deshacerse de aspectos anticuados de la historia porque no pertenece a nuestro siglo”, dijo David Yates en diálogo con la prensa internacional desde Londres.

Por su parte, el protagonista, Alexander Skarsgård, destacó a los medios que la gente siempre ha estado fascinada con el lado más animal de cada quien y la noción del buen salvaje.

“Cuando fue escrito el libro, la manera en que la gente en Europa occidental y América veía a los indígenas era bastante horrible. Era muy común la noción de que se trataba de una raza inferior. Obviamente, era muy importante alejarse de la noción de que los hombres blancos llegaron a África para salvar a los negros porque ellos no lo podían hacer … la película se trata del momento en el que ellos tratan de retirar a la fuerza colonizadora del país”, dijo Skarsgård.

Amor salvaje

La fama que ha ganado el personaje de Tarzán, se debe, en gran medida, a su relación con Jane, la cual siempre ha sido plasmada como algo salvaje, pero muy romántica.

Es por eso que en esta nueva entrega, David, director del filme, les pidió a los protagonistas plasmar eso en la pantalla grande. “Una de las primeras cosas que David Yates me explicó es que esta es una historia de amor épica. Estos dos personajes están tan locamente enamorados el uno del otro, que cuando están separados el espectador quiere que vuelvan a estar juntos”, señaló Margot Robbie, quien aceptó el papel de Jane gracias a que en el filme no sería la típica damisela en peligro.

Por su parte el nuevo Tarzán, que tuvo que someterse a una dieta rigurosa y mucho ejercicio para lograr esos fenomenales abdominales, insiste en que le pidieron representar un amor primitivo y salvaje. “Nuestro director quería que fuera algo primitivo y animal. Las primeras escenas de sexo son en el pueblo donde ella vivió de adolescente. David nos comprometió y quería que fuera muy instintivo todo”, compartió Alexander Skarsgård.

A Margot lo que más le resultó interesante de Alexander encarnando a Tarzán fue que, para ella, no se ve como un macho alfa. No es violento y se concentró en sí mismo durante todo el rodaje. Eso le permitió generar un ambiente perfecto para crear esta muy real relación entre sus personajes.

Historia más real

Al igual que muchas historias populares, el Tarzán de Edgar Rice Burroughs nació en una época muy diferente, hace más de 100 años, cuando la narrativa giraba en torno al colonialismo, los salvadores blancos, así como los estereotipos africanos que eran la norma. A través de las décadas, Tarzán también se volvió una figura clásica en Hollywood: se han realizado 52 películas autorizadas y siete series de televisión sobre el rey de la selva.  

Esta nueva película es la primera de gran presupuesto que busca adentrar al personaje en el mundo moderno de la animación por computadora. No solo la cinta de Warner Bros. presenta hazañas que hasta hace poco serían imposibles, sino que también le da un giro más contemporáneo a la historia, apta para la sensibilidad actual.

La cinta hace énfasis en un mensaje anticolonialista y antiracista, alejándose un poco del mundo más animal del personaje y enfocándose en los humanos, retratando los excesos del colonialismo europeo en África.

La aventura termina atravesando un Congo de una realidad paralela, donde el colonialismo es derrotado 60 años antes (Bélgica ocupó el país hasta la década de 1950) y las realidades más duras se ven limitadas a lo mostrable por una calificación de mayores de 14. “Una millonada de hombres tribales celebran cuando los belgas son derrotados, como si no fueran a causar más problemas”, ironizó el periódico The Guardian en su reseña.

La inconsistencia de su mensaje ha sido parte de las razones por las que la cinta llega precedida de críticas irregulares. Si bien las actuaciones recibieron buenos comentarios, el filme ha recibido dardos por lo disperso de la trama y la calidad visual de los animales, creados con efectos digitales. “Sé que muchos sectores se sentirán aludidos, pero son situaciones que pasaron, que están escritas y que aunque borren los libros, no podrán borrar los recuerdos de las personas que sufrieron ante la codicia del ser humano”, dijo el director.

La película llega con una misión no menor: su elevado costo ($180 millones de dólares) implica que necesita recaudar cerca de $400 millones de dólares para cumplir con las expectativas. Por ahora, lleva $135 millones de dólares en taquilla internacional.

Campaña a favor de animales

En los días previos al estreno de la película, Warner Bros. Pictures, Village Roadshow Pictures junto a los realizadores y protagonistas del filme, se unieron con la ONG internacional Stop Ivory para proteger a los elefantes de los bosques de África y salvarlos de la extinción mundial.

Los paisajes africanos que ocupan un lugar destacado en la cinta fueron capturados en Gabón, donde el conservacionista y documentalista inglés, Josh Ponte, ha pasado los últimos 15 años trabajando para preservar la fauna de ese país.

Ponte, quien se desempeñó como asesor técnico africano en el filme, ha centrado sus esfuerzos para detener la matanza ilegal de los elefantes del bosque raro que llaman ‘casa Gabón’.

En los últimos 30 años, la caza furtiva de marfil ha reducido la población mundial de elefantes del bosque en dos terceras partes y la mitad de estos están libres en los bosques de África.  

Sin la acción, incluso estos podrían desaparecer en una década. Ahora, el elenco, los directores y las personas detrás de cámaras de la película La Leyenda de Tarzán han unido fuerzas con Stop Ivory, apoyados por la Elephant Protection Initiative, para ayudar a salvar a este animal.

La alianza se forjó enfocada en la creación de formas de entretenimiento, tanto informativas como significativas para estimular a la comunidad global a unirse a esta campaña.

El protagonista de ‘Tarzán’, Alexander Skarsgård (foto), fue uno de los primeros en sumarse a esta iniciativa y mientras promociona el filme en varios países, su discurso se centra en la protección de los elefantes en África y en la crítica a la matanza de los mamíferos. (I)

DATOS

El director David Yates explicó a The Times que existió una toma donde el antagonista, El capitán León Rom, interpretado por Christoph Waltz, besaba a Tarzán, la misma que fue retirada porque en una función de prueba el público reaccionó de forma negativa.  

“Era un momento muy, muy raro, por la incomodidad del público, peor cuando Christoph (Waltz) le decía a Jane: ‘Lo salvaje de tu marido me perturba más de lo que puedo expresar’”.

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