Cambios de imagen que buscan atrapar a un nuevo público
De la imagen inocente que Miley Cyrus proyectó en la serie Hannah Montana de Disney, con la que alcanzó fama a los 13 años, no queda rastro alguno. La apariencia que ahora ella presenta es sensual y para eso Cyrus, quien cumplió el año pasado 18 años, se despojó de los atuendos que la hacían ver tierna y los cambió por trajes provocativos, en los que predomina el cuero para atraer a fans más contemporáneos con su edad.
Desde hace cinco años las cantantes ecuatorianas Nikki Mackliff, Michelle Cordero y Johanna Carreño también empezaron a desarrollar un nuevo “look”. De sus inicios no queda nada puesto que ellas, en la actualidad, lucen una imagen más fashion que contrasta con los atuendos informales que usaban. Esos cambios se han acentuado desde el año pasado con sus internacionalizaciones.
Las tres artistas cuentan con un equipo que incluye mánager y asesores de imagen.
El “look” de Nikki, quien el miércoles pasado presentó el videoclip de “Cómo fui” y que desde entonces aparece en MTV Latino, es menos adolescente que el de “Enamorada”, hace dos años cuando tenía 14.
Según Alejandra Manosalvas, su asesora de imagen, cuando un artista proyecta una imagen muy infantil no se lo toma mucho en cuenta. “El hecho de haberle variado su imagen le abrirá muchas puertas. Ahora suena en el mercado internacional y a eso apunta Nikki”, explica.
Manosalvas añade que después de hacer un estudio para encontrar el estilo de Nikki, que el próximo 24 de junio cumplirá 17 años, decidió junto con Omar Montalvo, su mánager, proyectar una imagen de transición entre su adolescencia y la adultez.
“Como este año ella ya se gradúa del colegio e ingresará a la universidad, necesitamos acaparar un nuevo target. Ya no solo buscamos que gente menor la siga y escuche su música. Queremos llegar a jóvenes y mayores”, agrega.
Montalvo, también productor de Nikki, recuerda que ella usaba boinas, blusas deportivas y estampadas. Ahora recurre a vestidos o blusas largas, sin caer en lo sensual. “Ahora Nikki usa leggins, shorts, zapatos con tacones altos o botas hasta la rodilla, medias nylon y accesorios coloridos. El maquillaje que antes era más cálido y pastel ha cambiado por tonos más llamativos, dejamos que le crezca más el cabello para darle un toque mucho más femenino ”, dice.
Pero ese cambio no ha venido solo. Montalvo indica que las letras de sus canciones también han evolucionado. “Las canciones de Nikki ya no solo hablan del lado feliz del amor. Ahora cuentan sobre los problemas que se viven en una relación y las infidelidades. Además su sonido ahora es mucho más fuerte y rockero”, explica.
Algo similar ocurrió con Michelle Cordero, de 13 años. La cuencana empezó su carrera hace un lustro cuando tenía ocho y su paulatino crecimiento la obliga a variar su imagen, según Ernesto Santisteban, su mánager desde hace un año. Michelle empezó como baladista y usaba tacones, cola de caballo y vestidos; luego pasó por las lycras de colores fuertes.
Ahora, para su nueva propuesta musical en la que fusiona pop con música electrónica y algo de R&B. Michelle recurre a un solo tono en sus prendas de vestir, que van acorde con su adolescencia. Además usa más jeans, zapatos deportivos y franelas con capucha.
A eso se suman gafas y un corte escalonado del cabello, que dista del largo a una sola hebra. Ese estilo le permite mayor versatilidad en sus peinados, más un maquillaje sencillo, explica Santisteban.
“El objetivo es que exista una identificación recíproca entre la artista y su público, que es joven en su mayoría, de manera que ella proponga combinaciones algo atrevidas”, asegura sobre la cantante que logró ingresar por segunda vez a la cadena MTV con el videoclip de su último sencillo “Really love”. La primera vez que lo hizo fue con “Tú dulce fuerza”.
Y más allá de eso Santisteban está convencido de que el giro que tuvo la imagen de Michelle y las canciones que ahora propone han sumado seguidores, que van entre niños y otros mayores que ella.
De igual forma, hace cinco años Johanna Carreño proyectaba una imagen sencilla, con jeans y en ocasiones con botas.
Con su disco “Me liberé” (2008) se distinguió como una ‘pop rocker’, que utilizaba zapatos Converse, blusas ajustadas y otros accesorios.
Ahora la cantante de 24 años luce “fashion” para su disco “Don’t stop me”, que combina rock con música dance. Con ambos discos alcanzó su internacionalización a través de los vídeos que dirigió el peruano Percy Céspedez y que han salido en los “10 más pedidos” de MTV Latino.
Durante uno de sus viajes a Perú para grabar sus vídeos conoció a Lourdes Carrasco, su actual asesora de imagen.
La experta recuerda que tras el encuentro con la cantante manabita, salieron de compras. “Johanna tenía muy claro lo que quería proyectar. Lo que hice fue direccionar más el estilo que pretendía presentar.
Ella ha madurado, tenía una lírica sexy y eso ameritaba ciertos cambios como el uso de pantys, leggins con diseños, vestidos que marquen mejor su figura, tacos y accesorios fashion”, señala.
Y ese estilo que impuso la intérprete, según Lourdes Carrasco, causó un impacto en Perú. “Los vestidos con espejos que diseñó Genaro Rivas y que Johanna utiliza se pusieron de moda en Lima durante el año pasado. Desde entonces allí se respira una onda más musical entre lo grunge rock y fashion”.
De hecho, ambas piensan en otro cambio para su nueva producción musical. Esta variante, a diferencia de la que hasta ahora proyecta la portovejense, estará marcada por la sensualidad.
En discrepancia con Manosalvas y Santisteban, la asesora de Carreño no considera que el cambio de la imagen sea para captar más seguidores, aunque admite que es eso lo que se logra al final.
“Lo que hoy sucede con los artistas que optan por cambiar su imagen es estar a la vanguardia y evolucionar con un estilo propio”, sentencia Carrasco, quien considera que para Johanna los cambios son una forma de proyectar madurez y crecimiento en su carrera.