Unas 150 personas, entre ellos decenas de británicos, celebraron este sábado 19 de mayo la boda del príncipe Enrique y la exactriz estadounidense Meghan Markle en la residencia del embajador del Reino Unido en México, Duncan Taylor.

"Esta boda representa una mezcla de la tradición de nuestra familia real y también de la juventud, de los jóvenes, de hoy en día en el Reino Unido", dijo Taylor en un breve discurso.

Para el embajador, la nueva generación de la familia real británica, los príncipes Guillermo y Enrique y sus respectivas esposas, hacen un "esfuerzo muy grande para tener un contacto positivo con el pueblo británico".
En el evento celebrado en la residencia del embajador se retransmitió, en diferido, la boda real que hoy acaparado enorme atención mediática en todo el mundo.

Los asistentes, vestidos elegantemente para la ocasión, participaron en un sorteo y pudieron degustar además un variado bufé en un día soleado.

George Thompson, especializado en seguro en objetos de bellas artes, explicó a Efe que vivió la boda con ilusión, pues a su parecer fue la mejor que ha celebrado la familia real británica al ser una "fusión increíble" de dos culturas, la inglesa con su tradición y la americana con su alegría.

Pese a que el noviazgo y la boda llegó con cierta polémica por el pasado como actriz de Markle, para Thompson, que lleva siete años residiendo en México, este enlace supone "una inyección de sangre" a la familia, que además aportará "valores diferentes".

Entre los asistentes al evento en casa del embajador había también muchos mexicanos y extranjeros llegados de otros lugares.

Lourdes Ascencio, experta en gastronomía, agradeció al embajador la recepción y deseó mucho amor a la pareja de recién casados.

"Yo creo que si sus corazones están tan llenos de amor, esto va a ser maravilloso, serán una pareja muy linda", apuntó la expresidenta de la Academia Mexicana de Gastronomía, que para la ocasión vistió un vestido amarillo y un sombrero con gasa a conjunto.

De origen francés y mexicano pero residente en Washington, Elodie Martí opinó que esta boda ha dado mucha "frescura" a la familia real británica, y deseó gran amistad entre Markle, ya duquesa de Sussex, y la duquesa de Cambridge.

"Ojalá sean muy buenas amigas y apoyen a los más necesitados", apuntó.

Martí celebró también que en el enlace la exactriz no prometiera obediencia al príncipe Enrique, y consideró que las dos jóvenes figuras femeninas de la casa real británica "dan un papel más equitativo" frente al hombre. (E)