Los días 3, 4 y 5 de mayo, el Teatro Centro de Arte de Guayaquil acogerá a más de 40 artistas rusos que integran El Ballet Estatal de San Petersburgo, quienes visitan el país para presentar ‘El lago de los cisnes sobre hielo’, tras ocho años de ausencia en los escenarios del país.

Es la primera vez que este ballet, considerado como uno de los mejores del mundo, presentará esta obra en Guayaquil, a la par de sus actuaciones en Quito y Cuenca.

La promotora Olga Galayko  asegura que esta obra es una de las más representativas de este ballet, no solo por los dos años y medio que tomó el montaje, sino por la destreza de sus bailarines y por la historia universal que cuenta. “Es una obra clásica que hoy en día no solo es apreciada por gente de gran nivel cultural o elevado nivel social. Más bien, esta obra ahora es más universal y puede ser apreciada por todos y con el mismo estándar de calidad”, sostiene.

Comenta además que en Ecuador siempre han sido bien recibidas las obras rusas al igual que en la mayoría de los países de la región que han visitado.

La promotora resalta que el ballet es el único en el mundo que ofrece obras clásicas completas y que ha recorrido ciudades como Bogotá, Medellín, Quito, Cuenca y visitarán países como Perú, Argentina, Paraguay y Uruguay.

Galayko puntualiza que el grupo de bailarines está emocionado con Ecuador porque le resulta “exótico” visitar un país tan diferente al de ellos y a los que están acostumbrados a visitar, como Francia e Italia.

El lago de los cisnes, conocido también por su título en inglés Swan Lake, es sin discusión alguna el rey de todos los ballets. Su romántico argumento y la maravillosa música de Tchaikovsky lo convierten en una obra maestra de gran belleza, aunque sus azarosos inicios no hacían presagiar este futuro.

Poco después de la Pascua de 1875, el director del Teatro Imperial de Moscú, Vladimir Begichev, invitó a Tchaikovsky a componer la música para un ballet por la suma de 800 rublos.

El argumento era de Vladimir Begichev y de un tal Geltser, que fundamentaron la base de la historia en una leyenda teutónica, titulada ‘Der Schwanensee’.

Era el tipo de cuento de hadas que tanto gustaba a los rusos y no resulta chocante que también hiciera las delicias del propio Tchaikovsky.

El Ballet Estatal de San Petersburgo sobre hielo fue creado en 1967 por el reconocido coreógrafo Constantin Boyarsky, quien seducido por la plástica del patinaje artístico sobre hielo y alentado por su sólida formación en materia de ballet clásico, unió ambas disciplinas.

Su labor fue ardua y apasionante, puesto que necesitaba contar con deportistas de elite que al mismo tiempo dominaran los secretos de la danza clásica.

El éxito alcanzado en la primera representación en la capital imperial de Rusia supuso el inicio de la brillante carrera del Ballet  Estatal de San Petersburgo sobre hielo, el cual desde entonces pasea su fantástico arte coreográfico y escenográfico, su riqueza de vestuario y fina decoración pintada a mano, por los principales escenarios del mundo.

El Lincoln Center, de Nueva York; El gran salón del Pueblo, de Pekín o la Ópera de París -por nombrar solo unos pocos- son algunos de los grandes teatros que han visto aplaudir la belleza del ballet sobre hielo.

Mediante una singular tecnología convierte en una superficie helada el escenario de los más importantes teatros del mundo para poner en escena los grandes clásicos del ballet ruso, El lago de los cisnes, La bella durmiente, El cascanueces y muchos otros, que son interpretados maravillosamente con la gracia  refinamiento y coreografía tradicional del ballet ruso.

Este ballet registra más de 5.000 presentaciones en más de 400 ciudades del mundo. En Suramérica han llegado casi todas las compañías importantes de ballet clásico del mundo, pero  nunca antes sobre hielo.

Las entradas están a la venta en Ecuticket, en los puntos de venta de Casa Tosi Policentro centro y Mall del Sur. También en las boleterías del teatro. La luneta baja tiene un costo de $ 50 y butaca $ 70.