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Durante la última semana ha recaudado 12 millones de dólares en taquilla

Amy Winehouse, su vida y obra en conmovedor documental

Amy Winehouse, su vida y obra en conmovedor documental
09 de julio de 2015 - 11:35

Por Leonardo Boix

Corresponsal en Londres

La vida y obra de la popular cantante británica Amy Winehouse, fallecida en julio de 2011 en Londres como consecuencia de un excesivo consumo de alcohol, quedó retratada en un ambicioso documental que ha logrado romper todos los récords de taquilla en Gran Bretaña.

El filme del director inglés Asif Kapadia, titulado “Amy”, fue estrenado en mayo pasado en el Festival de Cine de Cannes, y desde entonces ha cosechado excelentes críticas de la prensa especializada.

Sólo en el primer fin de semana desde su estreno a comienzos de julio en Londres, el documental logró recaudar unos 12 millones de dólares en taquillas, muy cerca del récord para una película de no ficción obtenido en 2004 por el largometraje de Michael Moore “Fahrenheit 9/11”.

El documental sobre Winehouse se había estrenado en 133 cines de Gran Bretaña, pero debido al gran éxito de público se podrá ver ahora en las salas de todo el país.

La película de Kapadia, de tono sobrio, sin escenas sensacionalistas y con una cierta atmósfera de tristeza, narra la breve pero intensa vida de la cantante londinense, que con su segundo álbum de estudio, “Back to black”, consiguió obtener cinco premios Grammy y convertirse en una de las cantantes más exitosas de su generación.

El documental evita el uso de entrevistas intimistas a allegados a Winehouse, y en cambio aprovecha las letras de la cantante para contar su propia historia. Esas canciones, cuyas letras parecen flotar en la pantalla, crean la ilusión de un diario personal, que abarca desde la infancia de Amy hasta alcanzar su estrellato.

La película comienza con una grabación casera de 1998, en la que una adolescente Amy, traviesa y llena de energía, imita a Marilyn Monroe para cantar en el cumpleaños de una amiga de 14 años. El viaje fílmico concluye 13 años más tarde con el funeral en 2011 de la cantante, afectada trágicamente por una fuerte adicción a las drogas, el consumo excesivo de alcohol y una bulimia no declarada.

En medio de esa trayectoria, el espectador escucha algunas de las canciones más conmovedoras y emocionantes de Winehouse, cuya voz y talento comenzaron a sumar adeptos desde el principio de su carrera. La estrella es vista además en el documental como una gran compositora de letras, al incorporar en sus canciones todo tipo de experiencias personales y vivencias, exponiendo su fragilidad como artista.

Del mismo modo que la exitosa película de Kapadia “Senna” (2011), sobre la vida electrizante del corredor brasileño de la Fórmula Uno hasta su trágica muerte en un accidente automovilístico el 1 de mayo de 1994, “Amy” logra de forma magistral mezclar material de archivo a partir de cámaras de video, teléfonos celulares, programas televisivos y noticias, con testimonios de amigas muy cercanas a la estrella del soul, como Lauren Gilbert y Juliette Ashby, o el primer manager de Winehouse, Nick Shymansky.

El director logra también capturar con gran arte la inteligencia, simpatía y talento de esta cantante que podía atraer a audiencias de todas las edades, desde niños pequeños hasta adolescentes, amas de casa, obreros y ancianos.

El tono del documental cambia rápidamente cuando Amy se muda en 2005 a su casa en el barrio londinense de Camden, donde conoce al que sería su futuro marido, el productor de videos Blake Fielder-Civil. De acuerdo a la película, es Blake quien introduce a Amy en el mundo de la heroína, y le enseña que la vida “es corta”.

Muy pronto, la pareja termina comportándose como la infame dupla Sid (Vicious) y Nancy (Spungen) y ambos descienden en un infierno de abuso de drogas y alcohol que termina siendo letal para la cantante.

En medio de ese trayecto, Amy es vista batallar contra sus “ángeles y demonios”, con períodos en los que lograba salir de sus terribles adicciones, y épocas en las que su frecuente consumo de drogas y alcohol la llevaban a actuar de forma errática arriba del escenario, como también en su vida personal. El documental incluye actuaciones de sus clásicos “Tears Dry on Their Own”, y “Back to Black”, que dan cuenta de un alma torturada y fragil, conmovedora hasta el final.

Hacia el final de la película, Kapadia ofrece un emocionante interludio que muestra a Winehouse feliz hasta las lágrimas de haber ganado un premio Grammy en 2008 en la categoría al disco del año.
Ese momento se mezcla con una escena capturada por las cámaras, en la que Amy le admite a su amiga Ashby: “Esto es tan aburrido sin drogas”.

El documental también expone aspectos muy polémicos de la vida de la cantante, como la decisión de su padre, el taxista Mitch Winehouse, de llevar a un equipo de filmación a la isla de Santa Lucía, en el Caribe, donde su hija descansaba recuperándose de sus adicciones y donde buscaba alejarse de la atención de los medios.

Esas escenas llevaron a Mitch a criticar la edición de la película, que parece sugerir que para él su hija no necesitaba recuperarse de adicción alguna.

La película también genera serios interrogantes acerca de por qué el último manager de la artista, Raye Cosbert, permitió que una muy frágil Amy actuara en vivo en Belgrado en 2011, donde aparentemente ebria, la estrella fue abucheada por miles de personas del público.

La obra de Kapadia también explora la fascinación de Winehouse con las cámaras y la exposición pública de su vida, como la creciente invasión de privacidad de la prensa sensacionalista y los paparazzi, que en los últimos años persiguieron de forma incansable a la estrella londinense.

En medio de ese infierno mediático, la película muestra una conmovedora actuación a dúo entre Amy y el cantante Tony Bennett. Winehouse aparece en principio nerviosa, mientras que el veterano Bennett busca calmarla, logrando que ambos terminen brindando un espectáculo memorable ante la audiencia. Bajo su protección casi paternal y guía, Amy consigue relajarse y sus incertidumbres se transforman de inmediato en pura magia artística.

Es justamente en momentos como esos que el espectador logra vislumbrar cómo habrían sido las cosas si Amy hubiera logrado batallar con éxito contra sus demonios de adicción: Un talento nato que mezclaba con belleza y prodigio el arte de la música, las emociones y la vida misma. (I)

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