Alfonso Endara exhibe sus obras en la Casa de la Cultura
‘Rostros, Rastros y Raíces: 30 años de confrontación’, se titula la reciente obra pictórica del artista Alfonso Endara, que desde ayer se expone en las salas Eduardo Kingman y Oswaldo Guayasamín, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
El autor explica que este trabajo “brinda un espacio de protagonismo a lo invisible, verdades no vistas”. Acota que se ha enfocado en retratar a esas personas invisibles, que son parte vital en el devenir de cada comunidad, que desempeñan un papel particular y esencial dentro de la cotidianidad.
“Entre los personajes que conforman la muestra está el campesino manaba, don Chepe, aguatero que provee agua a los habitantes de su pequeña población costera; doña Inocencia, la “caserita”, que vende sus legumbres en el mercado municipal cada fin de semana; don Petronio, el arriero, con tantos años dignamente vividos; la vendedora de cocos, y otros”, indica.
Estos rostros curtidos y desvanecidos por el sol y el tiempo, hombres y mujeres que expresan humildad, dignidad e inocencia, se entremezclan con rostros de bellas y sensuales mujeres que evocan pasajes bíblicos también invisibles.
El crítico de arte Rodrigo Villacís señala que “en esta exposición, producto de los dos últimos años de trabajo, Endara pone énfasis en el rostro de las gentes, ratificando su extraordinaria capacidad de penetrar en el espíritu o en el estado de ánimo de sus personajes, pero no abandona el tema del desnudo (sus rastros) aunque vuelve al mismo, con una óptica diferente”.
Alfonso Endara es quiteño y nació en 1960. Al crear sus obras se inspira en las páginas de la Biblia, según relata. “Incursioné en una temática que para muchos puede resultar fuera de época, pero es un capítulo importante en mi trayectoria, pues hago una reflexión sobre esos textos, que han orientado a generaciones en el mundo”, dice.
La muestra estará abierta hasta el 22 de agosto, de martes a sábado, de 09:00 a 16:00.