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Ecuador, 25 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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La visión plástica de Napoleón Paredes, en la Casa de la Cultura

En esta exposición, Napoleón Paredes resume su trayectoria artística que inició en Quito.
En esta exposición, Napoleón Paredes resume su trayectoria artística que inició en Quito.
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“Mi padre fue mi primer maestro, de él aprendí los primeros trazos y la seriedad que tiene que haber frente al arte”, sostiene el pintor Napoleón Paredes, que expone su obra desde el martes en la Pinacoteca de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas. Hijo nada menos que del gran artista quiteño Diógenes Paredes, apodado el monstruo por la grandeza de su arte. Paredes hizo después estudios formales en la Escuela de Bellas Artes.

La inmensa presencia de su padre y luego de sus maestros, le enseñaron a querer lograr siempre más, por eso señala que a sus 67 años siente que no tiene límites, que constantemente está emprendiendo nuevos retos.

Paredes afirma que la obra que expone en la Casa de la Cultura es relativamente nueva, -del 2012 en adelante- aunque hay algunos bodegones que fueron trabajados anteriormente. Pero, enfatiza, hay un desnudo que pinté en 1990, en mi época de juventud, porque yo alguna vez fui joven también, bromea el artista, quien sufrió hace años un accidente y quedó en estado de coma por algunos meses. De esa experiencia cuenta que tiene la sensación de haber estado en un infierno muy frío “y digo infierno porque como a mí no me gusta el frío, aunque soy quiteño, entonces el castigo fue ese”, explica muy serio.

“He utilizado todos los materiales: acrílico, óleo, lápices, tintas, buscando la manera de conseguir nuevas formas y lo he logrado”, agrega, mientras recorre la muestra explicando su obra. En este cuadro (’Motivo existencial’), dice dirigiéndose al público que lo sigue, fíjense que las figuras amuñecadas están cosidas, pero más abajo estas costuras se van deshaciendo, lo que significa que vivimos una época inconsecuente. Una era que no se compadece con la realidad. Así he querido expresar mi verdad, lo que siento. Yo no utilizo modelos, mis cuadros surgen de imaginación. Este cuadro lo he trabajado con lápices sobre cartulina, aunque también utilizo lápices sobre tela. Me preocupo también de la protección de mis cuadros, así sea que trabaje en tela o en cartulina, siempre uso un acrílico especial que los recubre, programándolos para vivir unos 350 años.

En esta sala hay otros trabajos que me interesan muchísimo. Son obras que las he llamado futuristas y están inspiradas en el pintor europeo Brueghel, que pintó su entorno, sus ciudades. Lo mismo estoy haciendo yo, solo que adaptado a nuestra realidad. Noten que en este cuadro ((’Futuro incierto’) se encuentran unas figuritas que representan a unos seres estrafalarios. Con esto quiero significar que este planeta está yendo de mal en peor y que en algún momento va a ser habitado solo por cucarachas, debido a una situación de catástrofe provocada por nosotros mismos. Este es mi trabajo, muy particular, donde hasta los nombres son especiales. Algunos cuadros son muy oscuros y otros claros. Para conseguir estas tonalidades, en el caso del oscuro la consigo fondeando la tela con negro y en el caso de los claros, la base del lienzo es de color blanco.

La conocida crítica de arte Inés Flores dice que la visión plástica de Napoleón Paredes está centrada en el hombre de su medio, como fuente inagotable de inspiración, ubicándolo en los escenarios adecuados, creando ambientes en los cuales la magia contamina a la realidad. En sus primeras experiencias pintó paisajes enriquecidos con una adecuada dosis de fantasía, pero también exuberantes bodegones, de vivos colores. Las figuras de Paredes obedecen cromáticamente a los grises o a unos tonos suavemente apastelados.

La muestra permanecerá abierta en la Pinacoteca ‘Manuel Rendón Seminario’, de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas, hasta el 2 de agosto. La entrada es gratuita.

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