Cuando Cristhian Chimborazo (21 años) salió el lunes a la calle vistiendo su armadura inteligente, no hubo quién se resistiera a verlo. Una señora se puso en puntillas para darle un beso en la mejilla derecha de su casco, que brillaba con pintura gris y morada camaleón.

A pesar de que Orlando Cabrera, quien pasaba en ese momento por la avenida República, norte de Quito,  confundió al personaje con ‘RoboCop’, pidió a la gente que le tomaran una foto junto al “super soldado”, quien le pasaba con más de una cabeza de alto. Dijo que le parecía algo “elegante, hermoso y novedoso”.

Otro transeúnte, en cambio,  bromeó: “¿Es ese el nuevo policía metropolitano?”.
Para los creadores del traje esa idea no es tan descabellada. Chimborazo y Marcelo Ayala (39 años), apuntan a trabajar en una armadura que podría usarse en la Policía. Quieren presentar el proyecto al Ministerio del Interior, pues consideran que la indumentaria puede ser usada por personas que trabajan en situaciones de alto riesgo, entre ellos bomberos y mineros.

“Parecería que fuera enfocado hacia ese mercado”, explicó Ayala sobre la armadura que expondrán este mes en el Campus Party Quito, el mayor festival tecnológico del país, que inicia el 17 de septiembre.

La armadura se realizó con base al personaje Master Chief, del videojuego ‘Halo’, que puede monitorear la temperatura corporal y los  latidos del corazón,  así como transmitir videos en tiempo real a una tablet o computadora, emitir información GPS y comunicarse con una segunda persona, que controla el programa. Similar a lo que realiza el personaje de la película ‘Iron Man’, Tony Stark, quien se comunica con su asistente Pepper Potts.

La persona del traje emite órdenes a quien controla el sistema desde afuera. Por ejemplo, quien porte la armadura podría solicitar un mapa del Centro Histórico de Quito y al otro lado, desde el computador remoto, el asistente podría enviarle la imagen  a la pantalla que se encuentra dentro del casco. Piensa que con esta innovación los mineros, arquitectos, ingenieros, entre otros, tendrán las manos libres de los planos y mapas, pues podrán solicitar la información a los asistentes de los equipos de trabajo.

En el futuro esta “dualidad” entre la persona que lleva la armadura y su asistente podría desaparecer ya que están desarrollando un sistema de control de voz como  Siri, que actualmente usa iPhone. Ayala sostiene que el sistema es más complejo, ya que tendría que reconocer diferentes acentos y tonalidades de voz. 

La pantalla en el interior del  casco es transparente  para no quitar visibilidad al portador del mismo.  Ayala no quiso revelar cómo logró realizar una pantalla transparente. “Es química”, bromeó, sin revelar detalles. 

Los creadores quieren incorporar paneles solares en el casco para dejar de utilizar baterías. El pecho del traje fue elaborado de caucho vulcanizado, además se usó pintura camaleón (que cambia de color con el sol) en el casco. “Esta vaina es corazón (...) Un tornillo, un perno es pensado y creado con cariño”, dijo Ayala, quien detalla que el primer fruto de la “sinergia” con Chimborazo fue un casco de Iron Man, que expusieron en el Campus Party el año anterior. A muchas personas les sorprendió esta tecnología.

Juntos trabajan en Impracel, que es una empresa de electrónica compuesta por 6 personas. “Aquí es un ambiente donde tú puedes desarrollar tus ideas, yo no tengo por qué decirte que no a tus proyectos”, dijo Ayala, quien es el fundador.

Hace más de un año, Chimborazo dibujó el casco de Iron Man en su hora de almuerzo. Y ese proyecto llamó la atención de Ayala. “Para los demás solo era un pedazo de papel, ‘Marce’ vio más allá”, dijo Chimborazo, para quien su jefe es un amigo.

La armadura inteligente es solo un molde para futuras ideas. Piensan el proyecto ‘La electrónica sí da vida’, en donde buscan crear aparatos para personas con discapacidad. Ofrecerán una ponencia el sábado 20, en el Campus Party.

“Algunos técnicos de Quito me ven cómo una persona (...) a veces les digo que soy como Charles Xavier de los X-Men. Englobo muchas ideas y lo que yo me propongo, lo hago”, afirmó Ayala con orgullo.