La neutralidad de internet garantiza una navegación sin ninguna restricción
Cada vez que los gurús de la tecnología debaten sobre la neutralidad de internet es inevitable que surjan inquietudes sobre la naturaleza de la red y las restricciones impuestas, sobre todo, desde entidades gubernamentales que buscan, de alguna manera, controlar el tráfico que circula por la gran autopista de la información.
Cuando se habla del principio de neutralidad que debe regir internet, se sostiene que todo el contenido ‘bueno’ o ‘malo’ debe ser tratado por igual, lo que significa que ningún paquete de datos debe ser favorecido o discriminado en relación con otros que también recorren la red. De este modo, se considera que este servicio es neutral cuando está libre de limitaciones que puedan provocar diferenciación de tráfico.
Aunque este principio está claro y es fundamental para garantizar un internet libre y abierto, no siempre se encuentra salvaguardado, porque se han conocido casos en los cuales los proveedores del servicio ponen trabas, de forma totalmente deliberada, para obstaculizar el acceso a determinados sitios web.
En otras ocasiones también pueden priorizar datos de otros servicios con los que poseen una estrecha relación comercial.
Según Andrés Castro, especialista en aplicaciones digitales, si, en algún momento se dejara de lado el principio de neutralidad de la red, las empresas proveedoras de acceso a internet tendrían mayor poder para intervenir, de manera arbitraria, en la velocidad de conexión y así facilitar o no el acceso a determinados contenidos.
Por ejemplo, para proteger sus negocios relacionados o simplemente para exigir pagos adicionales a los proveedores de servicios o aplicaciones.
Con esto sería más difícil que nuevas plataformas y servicios, o servicios pequeños e independientes pudieran entrar a competir frente a los gigantes que ocupan una posición dominante en el mercado de la red.
José Luis Coral, ingeniero informático del grupo Máchangara Soft, corporación tecnológica ecuatoriana, es defensor acérrimo de la neutralidad de la gran autopista de la información, porque es la única manera de evitar que esta, que circula en la red, sea filtrada y bloqueada.
“Esta es una práctica muy común de ciertas multinacionales y de algunos gobiernos. La propia compañía Google fue sancionada por la Unión Europea por privilegiar sus servicios frente a otros en su motor de búsqueda”.
De hecho, cuando un usuario indaga el término correo electrónico empresarial, Google despliega en primer lugar su plataforma Google My business, lo que revelaba una actitud antiética, porque abusaba de su posición dominante para situar en los primeros sitios de búsqueda a sus propios sistemas.
Coral también se refiere a países como China, que aplica un sinnúmero de restricciones y censuras a los internautas que acceden a la red.
Un informe publicado en el periódico español eldiario.es sostiene que internet, la red de redes que no es de nadie o es de muchos, trata, en principio por igual, en términos de velocidad, al grande y al pequeño, al rico y al pobre, al poderoso y al débil (otra cosa es que cada cual se suscriba a líneas para rápidas, y, de hecho, esa neutralidad no ha impedido, sino todo lo contrario, la expansión de la banda ancha).
La neutralidad es una garantía esencial no solo para los usuarios, sino también para que puedan fructificar las pequeñas y medianas empresas por no hablar de los blogs independientes o de servicios cooperativos como el sitio Wikipedia.
¿Quién decide si la red es neutral o no?
Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, dejó claro hace solo unos meses que la neutralidad de la red es importante para asegurarse de que las operadoras de red no discriminen o limiten el acceso a los servicios que la gente quiere utilizar, especialmente en los países donde la mayoría de la gente ya está conectada.
El empresario explicó que la neutralidad en la red “es la idea de que internet debe ser libre y abierta para cualquiera”. Y agregó: “Si un proveedor de servicio bloquea a una persona de ver ciertos contenidos o le hace pagar un extra, esa situación nos afecta a todos, por lo que deben existir leyes que la combatan”. También se refirió a los países que hoy en día ejercen restricciones.
Así, por ejemplo, Estados Unidos ha dado el primer paso y ha votado a favor de eliminar la neutralidad de la red, lo que da pie a la creación de un internet de 2 velocidades donde sería posible discriminar el tráfico, creando ‘vías rápidas’.
Además, Donald Trump, en su afán ultraliberalizador, tiene claras intenciones de acabar con esta neutralidad con una serie de normas para filtrar información, por ejemplo.
Lo cierto es que acabar con este principio sería también una forma de amordazar el activismo cívico en las redes sociales que ha cobrado gran fuerza a escala mundial. (I)
Una red neutra equivale a afirmar que nadie puede privilegiar ni bloquear una conexión entre dos nodos (cualquiera) de internet. Foto: Cortesia
DATOS
La neutralidad de la red es importante porque garantiza la igualdad de acceso a contenidos y evita que sean de primera y de segunda clase.
Quienes se oponen a la neutralidad de la red dicen que frena la innovación y la inversión en infraestructuras de comunicación.
Sus defensores señalan que es fundamental para mantener a salvo los principios que gobiernan la gran autopista de la información. (I)
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Punto de vista
“Se necesitan regulaciones para evitar los excesos”
La neutralidad de la red se entiende como el principio básico que determina que el tráfico de internet debe ser tratado con igualdad, sin discriminación, restricción. De esta manera se garantiza la libertad de los usuarios a seleccionar el contenido al que deseen acceder, sin favorecer o desfavorecer la transmisión de tráfico asociado con determinado contenido, servicio, aplicación o dispositivo.
La internet debe ser libre y abierta, no debe haber restricciones para el acceso a los contenidos, sin embargo, deben existir regulaciones internacionales para evitar los excesos en los ámbitos comercial y político, siempre manteniendo el principio de neutralidad.
Esta visión la comparto totalmente; el contenido de la red representa la diversidad de tendencias de pensamiento. Además, es incluyente, pues las minorías tienen el mismo espacio que las grandes mayorías, esto es aplicado a los ámbitos político, social, económico.
Lo que considero más importante aún es que la neutralidad de la red permite reducir la gran brecha de conocimiento, tecnología e innovación que tenemos actualmente frente a los países más desarrollados.
El libre acceso a la ‘información’ en la red nos permite ampliar nuestro conocimiento (know how) para crecer y fortalecernos en diferentes aspectos.
La neutralidad de la red nos garantiza el libre acceso a los contenidos, por lo tanto, a mayor libertad, mayores prestaciones y calidad de servicio se requieren. Esto, por el contrario, incentiva la competitividad de los proveedores para cada vez ofrecer un mejor servicio, lo que incrementa la calidad y, a la vez, reduce los costos. (O)
Marco Jarrín
Ingeniero en Sistemas
Gerente compañía Omnisoft