Internet, herramienta básica en desastres
Internet se convirtió en Japón en una herramienta indispensable para pedir ayuda, gestionar donaciones, encontrar personas desaparecidas e informar a la población desde la tragedia del pasado 11 de marzo.
En las primeras horas tras el terremoto de 9 grados y posterior tsunami, internet demostró ser un medio esencial, ya que no sufrió el colapso de la red de telefonía móvil y se convirtió en uno de los principales instrumentos para localizar personas en la confusión inicial.
Durante este tiempo, los japoneses han hecho uso de internet para enviar ayuda a la zonas afectadas o conocer las peticiones de damnificados, como el conmovedor mensaje que el desesperado alcalde de Minamisoma, Katsunobu Sakurai, colgó en "Youtube" el mes pasado.
Las redes sociales como Twitter, Mixi o Facebook también demostraron su eficiencia para contactar a familias separadas por la tragedia.
Twitter y Mixi, que en Japón usan unos 15 millones de personas, han creado un gran flujo de información entre personas que buscan o conocen el paradero de desaparecidos, ya que muchos refugiados aún permanecen en remotos refugios.
Las redes sociales se sumaron a la labor de la radio y los rudimentarios paneles informativos a la entrada de los centros de evacuación para saber sobre sus seres queridos.
Pese a que muchas personas mayores no están familiarizadas con la informática ha habido colaboradores espontáneos, como un ciudadano de Sendai, capital de la provincia de Miyagi, la más afectada por el terremoto, que al ver la desesperación que reinaba en los refugios por conocer la suerte de familiares se sirvió de Twitter para ayudarles.
El internauta decidió tomar fotos de las personas que pasaban la noche en el refugio y ponerlas en su cuenta de Twitter. En una hora, un centenar tuiteros le enviaron mensajes de agradecimiento por ayudarles.
Hay embajadas extranjeras que se trasladaron a Facebook, desde donde se informa en tiempo real de cortes de luz, suspensión de trenes o datos sobre las radiaciones de la central de Fukushima, que autoridades locales dicen no es una amenaza Tokio.