Xitang, la pequeña Venecia china que se enciende en las noches
Basta hora y media en autobús para pasar de los enormes rascacielos de Shanghái a un ambiente digno de las milenarias dinastías chinas: estrechas calles y pequeñas casitas adornadas con lámparas de color rojo.
Xitang es un antiguo pueblo de la provincia de Zhejiang conocido como la Venecia china. Tiene bellos canales y embarcaciones de madera en las que se puede recorrer el lugar.
Además, es uno de los pocos reductos de tradición que sobreviven en la china contemporánea, y que invitan a los visitantes a pasear en un entorno de película.
De hecho, allí se han grabado varias películas locales y algunas extranjeras. Una de ellas es “Misión Imposible 3”, donde Tom Cruise corre por sus estrechos callejones como si se tratara de las calles de Shanghái.
A los viajeros siempre se les recuerda esta referencia, aunque una vez en Xitang no es necesario pensar en películas, pues uno se siente como si estuviera en una.
Absolutamente todas las calles empedradas están decoradas con hermosas lámparas rojas y amarillas, y las rústicas casitas de madera sobresalen por todas partes.
El lugar aún tiene residentes locales, pero la mayoría de casas son ahora negocios de comida, souvenirs, y ropa.
Bordeando el agua también hay árboles y plantas, lo que coloca al visitante en un ambiente natural y tradicional. La empresa Poly administra el pueblo, dotándole de seguridad, orden, así como de servicios básicos, asistencia turística y demás.
El lugar suele estar invadido por turistas (en especial en días festivos o fines de semana) que pasean, hacen fotos y compran recuerdos.
Xitang destacó por sus artesanías y su comercio durante la dinastía Qing (1636-1912). Hoy vive esencialmente del turismo, aunque en sus tiendas y puestos todavía se pueden apreciar muchas de las viejas técnicas de manufactura y la forma tradicional en la preparación de alimentos.
Al caer el sol la vida en Xitang recupera su esplendor local. Es un momento idóneo para dar un paseo en bote por los canales. A esas horas el pueblo se enciende con luces multicolores y en sus cristalinas aguas se ven los reflejos de las casas, los locales y demás adornos que caracterizan al lugar.
En ese momento la ciudad vuelve a ser aquel reducto que fue hace siglos, donde una población humilde hacía su día a día y construía, sin saberlo, la que algún día sería una de las civilizaciones más admiradas de la historia de la humanidad.
Viajar a Xitang es, sin duda, viajar en el tiempo. A pesar de la modernidad que se siente en las tiendas de souvenirs, los restaurantes y bares que existen en esta zona, todavía se puede sentir la historia en sus estrechos callejones en los que seguramente se hicieron muchos intercambios comerciales.
Es un lugar perfecto para tomarse fotografías. Incluso hay tiendas que alquilan trajes originales chinos con esta finalidad.
Pero este pueblo no solo es un lugar tradicional por el que se puede pasear y sacar fotografías de ensueño. Una vez que se apagan las luces naturales y se encienden las artificiales se convierte en un sitio intenso, con música electrónica, uno que otro panda gigante e incluso algunos animales. En nuestra visita vimos una llama muy acicalada que aguardaba en la entrada de una discoteca.
Cruzando el puente y dejando atrás los locales de venta de ropa, zapatos, souvenirs y comida, está una larga calle en la que los jóvenes se divierten.
La música suena fuerte y también hay luces por doquier. En la entrada se puede ver a los DJ que bailan junto a personas con trajes de Pikachu, osos panda e incluso unos Transformers. Aquí no faltan las ideas para llamar la atención de los turistas.
La cerveza en las discotecas cuesta unos 70 yuanes ($10), pero también hay otros restaurantes un poco más alejados donde la venden por unos 25 yuanes ($ 3,5).
Se puede encontrar una gran oferta de bares y sitios en donde vale la pena compartir un momento con los amigos. Las tiendas también suelen estar abiertas hasta pasadas las 00:00. (I)