Caso de mujer quemada expone alza de feminicidios en Perú
Perú despertó en estado de 'shock' el miércoles 25 de abril luego de que un hombre arrojara gasolina y prendiera fuego a una mujer que viajaba en un autobús urbano, en un intento de feminicidio en un país donde la violencia de género ha crecido 55% este año.
La víctima, Eyvi Agreda, de 22 años, sufrió quemaduras en más del 60% de su cuerpo en la agresión perpetrada la noche del martes en una avenida de Miraflores, un distrito comercial y turístico del sur de Lima, y permanecía internada en la unidad de cuidados intensivos del hospital de la seguridad social.
"Estamos luchando, pero las lesiones son muy severas", dijo a periodistas el médico Luis Bromley, gerente del hospital, quien señaló que la mujer necesita unas diez operaciones quirúrgicas para evitar que las quemaduras comprometan órganos vitales, como el riñón y el hígado.
El sospechoso del ataque, un hombre de 37 años que la acosaba desde hacía semanas, fue detenido este miércoles por la policía en su hogar en el norte de Lima. Aunque negó ser el agresor, no pudo explicar por qué tenía una quemadura en un antebrazo.
El Ministerio de la Mujer y la Defensoría del Pueblo calificaron como un "intento de feminicidio" a este alevoso ataque, que ocurrió en coincidencia con la publicación de crecientes cifras de violencia de género en Perú.
"En el primer trimestre de 2018 se incrementó en 10% el número de feminicidios y en 55% las tentativas en todo el país, respecto al año pasado", tuiteó la Defensoría del Pueblo, que exigió que "se tomen medidas urgentes ante el aumento de la violencia contra las mujeres".
"Se obsesionó con la víctima"
El sospechoso del ataque, identificado por la policía como Carlos Javier Hualpa Vacas, fue detenido cuando salía de su casa en el distrito popular de Carabayllo, en el norte de Lima, tras una búsqueda de más de 12 horas.
Los agentes recurrieron a cuentas de Facebook y WhatsApp para identificarlo y dar con su paradero, tras el testimonio de la hermana de la víctima, explicó el jefe policial de Lima, general Gastón Rodríguez.
Aunque el detenido negó ser el agresor, no dio explicaciones convincentes por la quemadura que tenía en su antebrazo izquierdo, lo que coincidía con el testimonio entregado a la policía por el conductor del autobús.
Hualpa y Agreda habían sido compañeros de trabajo. La hermana de la víctima indicó que el hombre la había estado acosando durante las últimas semanas.
"Se conocieron, entablaron una amistad, pero parece que el sujeto se obsesionó con la víctima", dijo el general Rodríguez.
"Solamente una mente desquiciada y perturbada puede preparar una botella de gasolina para rociarle a una persona que no responde a sus sentimientos", añadió.
El ataque dejó diez pasajeros heridos. Ocho ya fueron dados de alta del hospital, pero seguían internados Agreda y un hombre que sufrió quemaduras en sus manos, según medios locales.
El agresor escapó mientras los pasajeros pugnaban por descender del autobús que se incendiaba. Las llamas fueron controladas rápidamente gracias a la reacción del chofer, que usó el extintor del vehículo, y a la pronta llegada de los bomberos.
"Me siento muy indignada por lo que ha pasado", declaró a la prensa Sandra Agreda, hermana de la víctima.
Ocho casos en dos semanas
La Defensoría del Pueblo destacó en su informe que en las últimas dos semanas se registraron en Perú ocho casos de feminicidio o tentativa.
"En el primer trimestre del presente año se han registrado 32 feminicidios y 82 tentativas, cifras superiores a las del año 2017 en el mismo periodo, que arrojaban 29 y 53 casos, respectivamente", advirtió.
"El agresor actúa con gran crueldad ejerciendo violencia en zonas vitales del cuerpo de la víctima, con la finalidad de dejarle marcas imborrables", detalló Eliana Revollar, adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo.
Desde hace dos años se realizan en Perú marchas lideradas por mujeres para sensibilizar sobre la violencia de género y denunciar el machismo predominante en la sociedad. (I)