Especial coronavirus
Menos del 20% de empleadas domésticas conservan su trabajo
Las trabajadoras remuneradas del hogar afrontan varios escenarios desde que empezó la emergencia sanitaria. Lenis Quiroz, presidenta de la Unión Nacional de Trabajadoras Remuneradas del Hogar y Afines (Untha), indicó que menos de la mitad de sus compañeras están trabajando y estima que apenas el 15% conserva sus puestos.
Quiroz menciona que una de las principales preocupaciones de la organización son los despidos intempestivos, a los que se hace pasar como renuncia voluntaria, con el fin de evitar pagos de liquidaciones. Además, señala que no se están cancelando los valores correspondientes al pago del Seguro Social.
“A muchas les están pidiendo que firmen sus renuncia; existe el grupo que trabaja de manera informal, que no tienen contrato; a ellas les despiden con mayor facilidad. Pero aún no podemos realizar denuncias, pues no tenemos como movilizarnos”.
Otro escenario que vive este sector es el trabajo de más de 8 horas. Marcia (nombre protegido) permanece en la casa de sus empleadores desde el día que empezó el aislamiento. El temor de perder su trabajo hizo que ella cambie a una modalidad conocida como puertas adentro.
El problema que surge en este contexto es el número de horas trabajadas, pues se extienden hasta más de lo estipulado normalmente. Ella comenta que en su lugar de trabajo, ubicado en el sector del valle de Tumbaco, trabaja hasta pasadas las 22:00.
Al respecto, Quiroz menciona que sus compañeras trabajan de 15 a 16 horas. Le preocupa que se vea como normal este tipo de explotación, por miedo a perder sus empleos.
Sobre sus sueldos, mencionó que se les ha cancelado solo el mes de marzo. “Les condicionan que, si quieren recibir su sueldo, deben quedarse puertas adentro”.
De 300 trabajadoras que pertenecen a Untha, seis se encuentran puertas adentro. Asimismo, Quiroz indica que solo el 20% de este grupo mantendría su trabajo de manera formal, pero temen una oleada de despidos, contra todo lo que manda la ley.
Otro caso es el de Angélica (nombre protegido). A ella su empleador la recoge desde su casa a las 05:00, cumple todas sus actividades hasta las 14:00, una vez por semana, pero no le están pagando el sueldo completo, solo la mitad.
En el hogar donde trabaja no cuenta con elementos de protección, como mascarilla, guantes y gel, por ello teme que en algún momento pueda contagiarse, pero necesita mantener a su familia.
La abogada Jéssica Jaramillo considera que las trabajadoras domésticas estuvieron entre los primeros sectores afectados por la emergencia sanitaria decretada en el país a causa del coronavirus. Esto porque sus labores, en muchos casos, las empezaron a realizar los empleadores, quienes permanecen en casa.
Para la jurista, se ha invisibilizado la crisis de este grupo laboral. Sobre el tema, plantea que es necesario mantener el acuerdo con sus empleadores respecto a una remuneración por la emergencia y que no se queden sin trabajo. “Es un sector muy golpeado por la crisis, que pertenece a los quintiles de pobreza, que no tienen recursos, se encuentran en una situación precaria”.
Jaramillo manifestó que solo una minoría se encuentra en trabajo modo puertas adentro, mientras que la mayoría fue despedida. “Lo más adecuado es que la Asamblea, ahora que está debatiendo la Ley Humanitaria, considere a este sector, para que puedan mantener su empleo y no se vean obligados a despedirlas”.
En el país hay 222.000 personas que son trabajadoras del hogar. Un estudio de la ONG Care señala que en el país el 72% de estas trabajadoras no cuentan con beneficios de ley. Apenas 61.000 están afiliadas.
Solo el 24% tiene un contrato
Un estudio de la organización Care señala que el servicio doméstico en Ecuador está presente mayoritariamente en los hogares de ingresos altos y en el área urbana (67%). Además, el servicio doméstico emplea al 3,5% de la población ocupada.
Alexandra Moncada, directora de Care, señaló que hace dos semanas realizaron varias entrevistas telefónicas y les respondieron que viven con ingresos diarios informales de trabajo, “pues apenas el 24% tiene un contrato de trabajo registrado en el Seguro Social”.
Moncada aseveró que las trabajadoras domésticas que no tienen contrato trabajan por horas o por días de la semana, y precisó que la mayoría que contaban con un contrato formal perdieron su trabajo debido a que sus empleadores no cuentan con fuentes de ingresos. También dijo que cuatro murieron a causa del covid-19. (I)