Especial coronavirus
Personal de enfermería confecciona ternos de bioseguridad médica
A diario confeccionan cerca de 200 ternos de protección desechable para el personal médico que labora en el Hospital IESS Quito Sur, centinela para casos covid-19.
Son enfermeras y auxiliares de enfermería, quienes por su condición de salud no pueden desarrollar sus actividades habituales en el nosocomio por la emergencia sanitaria, y, en lugar de teletrabajar, decidieron ayudar a sus compañeros médicos.
La idea nació en febrero de este año cuando los casos de covid-19 iban en aumento en China y, aunque parecía lejana la posibilidad de que el virus llegara al país, decidieron ocuparse en la elaboración de estos implementos.
Desde esa época ya hubo una planificación en este hospital y la disposición de la Gerencia fue que el momento en que la terapia intensiva se llenara, quienes laboraban en cirugías pasarían a la extensión de esa área, donde se desarrollan turnos de 24 horas para evitar una rotación frecuente de galenos.
Ese momento surgió la inquietud de si habrían los trajes suficientes, porque en promedio cada sanitario que atiende a estos pacientes necesita de al menos tres equipos de bioprotección, ya que como cualquier ser humano necesita almorzar, merendar, ir al baño o tomar agua.
“Nosotros siempre pensamos en un juego de pantalón y blusa adicional por cualquier situación adicional que se pueda presentar”, refiere la licenciada Raquel Caiza, una de las 18 personas que al momento laboran en el espacio de confección -adecuado en la cafetería del hospital-, donde hoy prima el sonido de las máquinas, los hilos y la tela en lugar del aroma de la comida y las bebidas.
Esta área es muy aparte de la hospitalaria, donde cada miembro llega y prácticamente se encierra en el mismo hasta el momento en el que concluye su jornada. “No tenemos contacto con el resto del personal y para entregarles la dotación diaria dejamos en un cartón el número solicitado de prendas”.
No son expertas en corte y confección, pero tienen gran voluntad de ayudar y con los mínimos conocimientos de costura se idearon para sacar moldes artesanales que les permite elaborar ternos de protección, botas y gorras para quienes a diario deben atender a los contagiados por esta pandemia.
La enfermera Cristina Carrera, quien también labora en el taller, confiesa que el terno, los zapatos, las botas largas y gorro -a modo de capucha- que el taller proporciona son tan solo el primer filtro de seguridad que tiene el personal médico, ya que sobre el mismo va el traje tradicional de cierre que brinda la protección mayor. “Es una ayuda en este tiempo donde escasean implementos de bioseguridad”.
Cada semana, el hospital les entrega diez cajas de tela tipo cambrela, que es aquella que utilizan como sábanas en los ocho quirófanos con los que cuenta la institución y que abastecía la demanda de cirugías de todo tipo en el nosocomio del sur de Quito.
Hoy por la emergencia, solo dos están habilitados y son exclusivos para operaciones de emergencia covid-19.
Hace algunos días tuvieron la visita del personal del hospital Enrique Garcés, que también quiere implementar esta colaboración dentro de su personal, porque la emergencia sanitaria vuelve limitados los recursos disponibles en cada casa de salud.
HQSur tiene seis curados de covid-19
El Hospital IESS Quito Sur (HQSur) desde el inicio de la emergencia sanitaria atendió a 3.104 pacientes sintomáticos respiratorios. De estos, 456 son casos sospechosos, que fueron tamizados con el sistema de tomografía aérea computarizada, anclado al software Huawei. Tras la toma de muestra para la confirmación de casos sospechosos, se diagnosticó a 308 personas positivas y 111 negativas; además, 37 sospechosos por confirmar aún.
Francisco Mora, coordinador de Vigilancia Epidemiológica e Infectología del HQSur destacó las seis altas epidemiológicas, es decir que están curados y libres del virus. También se han dado 205 altas hospitalarias, es decir que se envía al paciente a casa con su respectivo tratamiento, ya que aún tiene el virus, pero su sintomatología es leve y no requiere hospitalización, pero sí deben cumplir con el aislamiento y la vigilancia médica correspondiente
Este nosocomio tiene 192 camas para atención de enfermos cuya sintomatología es grave; es decir que necesitan oxígeno o medicación intravenosa. Además de tres salas de cuidados Intensivos y dos para cuidados Intermedios. Además cuentan con carpas hospitalarias que sirven para quienes requieren ser hospitalizados con vigilancia médica; mas no necesitan medicamento intravenoso, ni oxígeno y su alta puede ser otorgada en un lapso de 48 horas.
Los insumos
Máquinas propias
En el taller existen cuatro máquinas con las que se hace el trabajo. La mayoría son de las mismas enfermeras y una fue dona- da del área de lavandería del hospital. Hay dos equipos dañados y no encuentran un técnico que ayude con la revisión.
17 camas que eran parte del área de recuperación ahora son extensión del área de terapia intensiva.
El personaje Capsur
El grupo de confección creó además un personaje llamado “Capsur” al que dotaron del equipo de protección personal. (I)