A Glenda Villacís, de 46 años, le encantan los brasieres con detalles, de colores y texturas diferentes. Siempre usó esos modelos, pero con los años su piel se volvió sensible.

Hace dos años comenzó a sentir picazón (prurito) intenso en ambos pechos. Se lastimó la piel y necesitó acudir a la consulta con el especialista. Este le diagnosticó dermatitis alérgica de contacto.

Su reacción está relacionada con la alergia a la seda y el nailon. Justamente, con esos materiales se confecciona la ropa interior de su preferencia.

Así cambió su guardarropa íntimo y optó por utilizar fibras en algodón e hilo. Aunque no tienen la misma vistosidad que los otros, le dan más comodidad.

Por su tratamiento tomó antihistamínicos por una semana. De forma permanente limpia su piel con un sustituto de jabón con PH neutro. Utiliza cremas humectantes para regenerar la barrera cutánea.

Ella siente mejoría notable: desapareció la comezón. “Para evitar nuevos problemas no debo volver a usar ropa interior con ese tipo de telas”.

La dermatóloga Carla Romero, del Hospital Docente de Calderón, advierte que otra dolencia que puede generar picazón en los senos es la dermatitis atópica.

Esta patología se presenta cuando la piel es muy seca y genera descamación. Es más frecuente en quienes tienen una predisposición genética o alergias previas, como rinitis.

Cualquier tipo de estas alergias -señala- no tiene curación. Pero sí se las puede controlar con fármacos, cremas lubricantes y en el caso de las alergias por contacto apartándose del alérgeno que las producen.

Ante eso sugiere el uso de prendas íntimas de hilo o algodón. Son materiales más delicados y tolerables a la mayoría de pieles sin generar ninguna reacción.

Así lo confirma Glenda, quien desde que usa prendas interiores de este material dejó de sentir comezón, aunque a veces se olvida de emplear crema humectante su piel ya no tiene el enrojecimiento y hasta sarpullido de antes.

La profesional agrega que se debe evitar los brasieres adhesivos o que tengan alguna goma para pegarse al cuerpo. Esas sustancias generan más sensibilidad. Glenda en su lugar adquiere vestidos o prendas que ya llevan incorporados sujetadores y no debe comprar accesorios extras cuando asiste a fiestas formales.

Los pechos de las mujeres son una zona muy sensible. Por ello recomienda visitar el ginecólogo para descartar que la afección esté asociada con un problema ginecológico o cáncer de mama.

El dermatólogo Enrique Loayza comparte ese criterio. Las mujeres deben estar atentas a los cambios que puedan presentarse en el área del pezón. Hay que tener cuidado con la enfermedad de Paget o cáncer de los ductos de las glándulas mamarias.

La diferencia básica entre el eccema y el cáncer del pezón es la bilateralidad. La primera se presenta en ambos pechos, mientras que la patología oncológica se caracteriza por manifestarse en un solo seno.

En esos casos la biopsia es la prueba más idónea para determinarla. “Distinguir ese aspecto es fundamental para evitar enfermedades mayores”.

En la actualidad Glenda se ha informado del tema. Ella es más cuidadosa con las fibras que son parte de su vestuario.

Incluso visitó a la ginecóloga para descartar si hay alguna conexión oncológica.

No quiere que el problema que tuvo nuevamente se presente. Ella obedece rigurosamente las indicaciones y cumple el tratamiento a diario. (I)