La edad, la disminución del consumo de lácteos y problemas metabólicos generan intolerancia a la lactosa, es decir molestias intestinales minutos después de ingerir alimentos que tengan lácteos.

El problema se presenta  con más frecuencia en personas adultas, ya que su organismo deja de generar la cantidad suficiente de la enzima lactasa que es la encargada de metabolizar y asimilar el azúcar presente en estos productos, sobre todo la leche.

“Cuando no tenemos la suficiente lactasa no se da la división de la molécula y ahí se genera la intolerancia a la leche que es un producto puro”, señaló la nutricionista Francisca Cifuentes.

La especialista aclaró que las molestias en estas personas, generalmente, no se producen con otros productos derivados como el yogur o el queso, ya que en el proceso de elaboración de esos alimentos se emplea menos cantidad de lactosa.

Ese problema experimentó por un año Xavier Tapia, de 23 años, quien desde pequeño tomaba leche, pero cuando inició la universidad dejó ese producto por otros.

“Prefería el yogur, pero si me daba ganas de leche -aunque la mezclaba con fruta o chocolate- me hacía mal de forma inmediata”.

Él acudió al especialista, quien le recomendó incluir en su dieta la leche de forma paulatina hasta que su cuerpo vuelva a producir la cantidad de la enzima necesaria para la digestión efectiva de esa proteína.

Leche deslactosada
Cuando la persona, pese a la reintroducción de la leche no puede tolerar ni siquiera los derivados, la opción es consumir productos deslactosados.

“Pero debe ser aquella que diga 99,9% deslactosada porque ahí se garantiza que la molécula ya está dividida y no habrá inconvenientes estomacales”, acotó la nutrióloga Alegría Dávalos.

Las expertas aclaran que si una persona es intolerante a la lactosa, solo ella debe consumir leche deslactosada y no toda la familia.

El pediatra Marco Sierra destacó el valor nutricional de todos los productos lácteos que están en la base de la pirámide nutricional.

“Estos aportan con proteínas, carbohidratos, grasas, que en los niños son vitales para el crecimiento adecuado y también brindan calcio a las mujeres”. Además en el adulto mayor evita la pérdida de la masa muscular.

Con este punto de vista coincide la nutricionista Silvia Alejandro. Recomienda tomar medicamentos naturales que ayudan a producir lactasa y de esa forma aprovechar los beneficios para el bienestar de las personas.

Alejandro explicó que la OMS dice que el 30% de las calorías de los niños deben ser lácteos, porque todos los nutrientes necesitan de calcio, vitamina B y otras sustancias para asimilarlas correctamente.

La especialista explica que la alimentación es desequilibrada porque comemos una dieta rica en fósforo a través de lentejas y carnes y el organismo toma el calcio de los huesos para asimilarlo correctamente. Por eso recomienda tomar Lactosintol unos minutos antes de ingerir los lácteos.

La alergia a la leche es uno de los problemas más frecuentes en los primeros meses de vida del neonato, con una prevalencia mundial del 17,5%, que se reduce al 1% en los mayores de seis años.

Según la Guía de práctica clínica del Ministerio de Salud (MSP), la alergia a la proteína de la leche de vaca es una enfermedad temporal que puede ser manejada en el primer nivel de atención. (I)