Las pruebas que se realizan en el país a pacientes sospechosos de covid-19 para aislarlos y con eso cortar la cadena de transmisibilidad, permiten un proceso de contención más efectivo. Hasta el martes 21 de abril de 2020 se tomaron 34.840 muestras.

Víctor Álvarez, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, indica que es necesario establecer un mapeo epidemiológico a nivel nacional para determinar los puntos con mayores contagios y sugiere efectuar allí la toma masiva de muestras rápidas. Esto permitirá identificar a quienes tienen carga viral y por ende han activado los anticuerpos, para limitar su movilidad como agente transmisor del virus.

El galeno precisó que este procedimiento debe hacerse con énfasis en el Guayas, que presenta más del 68% de los casos, y en Pichincha, la segunda provincia con más contagios. Mas cree que se debe tomar atención en El Oro porque aquí se registra una situación especial. “Hay más fallecidos que en Pichincha y su densidad poblacional es menor, por lo que es necesario un estudio epidemiológico que busque las causas y las variables presentes en este momento”.

El salubrista Alberto Narváez también considera que con una mayor cantidad de pruebas, se podrá evitar el colapso de los servicios sanitarios porque se diagnostica de manera temprana la patología, que en el 80% de la población solo presenta síntomas entre leves y moderados. Además se puede aislar completamente al infectado.

Sin embargo, reconoce que una deficiencia en los testeos rápidos -que analizan los anticuerpos en la sangre- es que para arrojar un resultado positivo es necesario la existencia de un contacto entre el virus y el huésped (ser humano) y que el mismo haya generado una respuesta inmunológica que puede ser activa o pasiva, según el período de tiempo transcurrido.

“A pesar de su alta especificidad y relativa elevada sensibilidad, debe tener un cierto tiempo (3 a 5 días) de haber mantenido contacto con el virus para ser positivo, si no se registra como falso negativo”, anotó. (I)