Del 7 al 17 de agosto la Secretaría Técnica de Discapacidades (Setedis) realizará 2.052 visitas a nivel nacional, de un total de 19.678 hogares que reciben el Bono Joaquín Gallegos Lara, para la encuesta que permitirá comprobar el uso de los 240 dólares que reciben las personas con discapacidad.

En la parroquia La Ecuatoriana (sur de Quito), vive Inés Taipe, de 33 años. La mujer  se dedica al cuidado de su hijo Kainy M., de cuatro años ocho meses de edad, quien padece  un 85% de discapacidad intelectual.

“En los dos meses que he recibido el bono compré para mi hijo una silla de yeso que le sostenga la cadera y la columna, un nebulizador, la pelota de terapia, guantes quirúrgicos, pañales y los pasajes para irme a las terapias. He hecho un buen uso del bono”, afirmó la madre de familia.

Inés contó que el ingreso mensual de su esposo al trabajar como taxista se aproxima a un salario básico. Pero reiteró su necesidad de contar con un apoyo económico, ya que ella dejó de trabajar para dedicarse únicamente al cuidado de su hijo.

“Kainy tiene parálisis cerebral, síndrome de West (alteración cerebral epiléptica de la infancia) y microcefalia.  Empezó a convulsionar a los tres meses de nacido y desde ese momento he luchado por la vida de mi hijo, pese a que los médicos no le daban más de un año de vida”, relató con tristeza.

Sobre este caso, Santiago Santos, subsecretario técnico de Discapacidades, aseguró que Inés no recibió el depósito correspondiente a este mes debido a que hubo un cruce de información con otra base de datos, lo cual pudo generar una alteración en la condición socioeconómica de la beneficiaria.

“Lo que se está haciendo es llenar una encuesta de condición de vida socioeconómica a través del Registro Social, utilizando el mismo formato. Las próximas semanas tendremos lista la evaluación y al tercer día remitiremos la información al Ministerio Coordinador de Desarrollo Social para tener los resultados”, explicó Santos.

Mientras tanto, en el barrio Martha Bucaram vive María Magdalena Portugués, quien también recibió la visita de los delegados de la Setedis la mañana de ayer.

La señora ansía recuperar la bonificación por parte del Estado, ya que su hija, Silvia Umatambo, padece  asfixia cerebral infantil y requiere  varios tratamientos.

María Magdalena es viuda y necesita cubrir los gastos de sus  dos hijas y tres nietos que también viven con ella.