A un año de labores, Juan Carlos Pérez Icaza, director ejecutivo del Instituto Nacional de Salud Pública e Investigación (Inspi), destacó los resultados que ha tenido la institución durante su gestión, en el proceso de división del antiguo Instituto Nacional de Higiene (INH).            

¿Cómo fue el proceso para que el Inspi obtuviera el Certificado ISO 9001 - 2008 de calidad?
Este certificado lo emiten empresas externas que no tienen relación con la entidad. Luego de un tiempo de auditoría objetiva, se revisó si la institución implementó un sistema de gestión de calidad. Nos tomó un año   revisar los procesos que estaban en marcha y determinar responsabilidades,  metas y objetivos que teníamos con los usuarios externos y también si cumplíamos con nuestro propio personal.

Hemos obtenido la certificación de registro sanitario porque esta era una actividad propia del antiguo INH, y  ahora pasó a la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa). Lo que hicimos durante todo el año fue mejorar los tiempos de emisión del registro sanitario, eso significa que se lo hizo en menor tiempo, cumpliendo la normativa; y ahora que pasará al mando de la Agencia se les deja un proceso que ya está funcionando. También hemos cumplido con la producción de “biológicos” y aunque es una actividad que con el tiempo pasará a la Empresa Nacional de Fármacos, al momento está certificada y podemos decir que nuestros productos cumplen con la norma de calidad, que todo su proceso de producción se encuentra bajo una rigurosa vigilancia y control, por lo que podemos asegurar la salud de los usuarios.

La  investigación y la docencia, que también han sido certificadas, son ya actividades  propias del instituto, y  como tal  las investigaciones que estamos realizando se encuentran reguladas, con un sistema de calidad  controlado.

¿Cuál es la ventaja que se ha obtenido de la división del antiguo Instituto de Higiene en Inspi y Arcsa?                 
La mayor ventaja es que ahora pueden enfocarse en actividades específicas. Arcsa dedicará tiempo gerencial, sus recursos, y demás actividades que se relacionen al registro sanitario. Mientras que el Inspi se enfocará en la investigación científica, exclusivamente. Además también está la diferencia entre una Agencia, que es un ente regulador, y el otro instituto,  que se dedica a la indagación. Eso le da una presentación al mundo de instituciones individuales y fortalecidas que pueden trabajar por su propia cuenta y, obviamente, con un trabajo intersectorial.

¿Cómo avanza el proyecto Prometeo relacionado con esta institución?
Con la Senescyt tenemos una estrecha relación, ya que permite a los profesionales ecuatorianos ir al extranjero a estudiar sus maestrías o doctorados a través de becas. Si es un investigador del campo de la salud, biología médica y demás, el profesional puede tener un lugar dónde investigar.         

El otro programa, netamente Prometeo, es cuando un investigador de alto nivel de cualquier lugar del mundo viene a trabajar a Ecuador durante un lapso que puede ser de entre 4 meses y 2 años. Gracias a esos científicos tenemos acceso a una experticia internacional, a una red de conocimientos y de investigación, ya que el científico que viene y trabaja acá comienza a producir vínculos que serán útiles y necesarios para toda la plataforma de indagaciones que estamos haciendo. Tenemos aproximadamente 5 científicos que han venido del extranjero.

¿Cuáles son los resultados que arrojará la rendición de cuentas después de este año cuando se realizó esta  transición?
Uno de los resultados es que se agilizó el proceso de registro sanitario. Antes, para emitir el registro de medicamentos, se necesitaba de entre 6 meses y un año, al momento es de 15 a 30 días, dependiendo del medicamento; con los alimentos tardaba igual que las medicinas, pero ahora se entrega en un promedio de 9 días; para productos higiénicos y cosméticos se demoraba entre 3 y 6 meses, sin embargo actualmente  se lo da de forma inmediata.

Por algo se les entregó los 7.5 millones de documentos de registro sanitario digitalizados, para que la atención a los usuarios sea rápida e inmediata y  continúe ese proceso ya con la Agencia en funcionamiento.
Otra de las cifras que tuvimos fue que en  2011 se emitieron 2.270 registros sanitarios de alimentos, y en el 2012, 4.247 emisiones de registros sanitarios, es decir, casi el doble, así como con los demás productos que se inscriben y que cumplen con la normativa.

¿En qué proyectos estará trabajando el Inspi durante el 2013?
Actualmente estamos realizando un mapa nacional de vectores para saber dónde existe la mayor concentración de mosquitos y bajo qué condiciones, lo que permite que  puedan enfocarse los esfuerzos en fumigación, en una campaña o en una actividad de prevención del dengue en comunidades específicas. Por ejemplo, hemos descubierto que hay una correlación entre lluvias y temperaturas para la aparición de brotes de dengue.

Ese es uno de nuestros proyectos actuales. El otro está relacionado con el Virus del Papiloma Humano (VPH), vinculado con el cáncer cérvico-uterino, las edades más sensibles y cuáles son sus cepas más comunes. Al MSP le sirve como base para enfocar políticas y programas de salud hacia poblaciones específicas de riesgo.

El año pasado, durante la división de los organismos, varios empleados se manifestaron por supuestos despidos intempestivos. ¿Qué pasó con este tema?
Siempre realizamos un contrato de personal en forma temporal para actividades específicas, como digitalización, pero una vez que termina esa actividad el acuerdo concluye.  

Debo  aclarar que existe personal de base y personal por contrato. El de los contratados por obra cierta fue  terminado  dentro del marco legal.