Un grupo de voluntarios biomédicos  trabaja diariamente para reparar respiradores del sistema de salud pública que están en desuso o averiados. Su meta es arreglar 200 de estos aparatos que sirven para atender a los pacientes contagiados por covid-19.

El Ministerio de Cultura habilitó las instalaciones de la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, en Quito, para que los profesionales trabajen allí. Los biomédicos también diseñan un prototipo de respirador de emergencia.

De los dos centenares de artefactos respiratorios en los que se trabaja, 21 ya se encuentran en buen estado y se reintegraron al servicio de salud, tres de ellos fueron enviados al Hospital Dr. Gustavo Domínguez de Santo Domingo de los Tsáchilas. Según información oficial, la próxima semana estarían terminados 40 más.

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— Cultura Ec (@Cultura_Ec) April 30, 2020

Los respiradores arreglados constituyen un ahorro considerable para el Estado. El precio de cada unidad oscila entre los 20.000 y los 100.000 dólares. 147 personas que han dado positivo por coronavirus presentan un cuadro con pronóstico reservado y los respiradores se utiliza para brindarles asistencia.

En Guayaquil, la ciudad más afectada por la pandemia, se instaló un segundo equipo de voluntarios en el Centro Cívico Eloy Alfaro.

La ayuda a escala nacional para los afectados por el virus y por las medidas de aislamiento para evitar su contagio se lidera a través de la Secretaría Técnica del Plan Toda Una Vida.

Esta cartera de Estado informó que se atendieron 202.170 llamadas de emergencia de personas con discapacidad y se entregaron 727.536 kits alimenticios para familias vulnerables y 346.949 Bonos de Protección Familiar. (I)