La recuperación femenina del virus es más rápida que en los hombres
En Ecuador las mujeres representan el 45.9% de las personas infectadas de covid-19, frente al 54.1% de hombres.
¿Pero cómo se comporta el virus en ambos géneros una vez que se origina la infección?. Los síntomas se presentan por igual. Sin embargo, en lo relacionado con la recuperación, expertos coinciden en que se dan diferencias.
Alberto Campodónico, jefe de la unidad de cuidados intensivos de la clínica Kennedy, explica que la infección está estrechamente vinculada con la enzima convertidora de angiotensina II ( ACE 2), un receptor usado por el coronavirus para infectar células sanas. Es así que a mayor número de receptores, más riesgo corre una persona.
“Por genética las mujeres tienen menos receptores ACE 2. Por ello es más rápida su recuperación y con menos secuelas. La estancia hospitalaria de las mujeres en piso es más corta que los hombres. Por ejemplo, ellos pueden durar 20 días y ellas 10 días”.
Mayra Ordóñez, especialista en medicina interna y terapia intensiva de la clínica Alcívar, asegura que el estrógeno de las mujeres tiene un efecto protector contra el covid-19. “Por eso se ha observado que las mujeres que toman terapia de reemplazo hormonal con estrógeno, se enferman menos o con menos gravedad”.
La galena que trató el caso 0 de covid en Ecuador, coincide con Campodónico. “Las mujeres se enferman menos y lo hacen de forma leve”. (I)
El amor de la familia curó a la abuela Esther, de 88 años
El pronóstico de los médicos no era alentador para Esther Vera, de 88 años, cuando a inicios de junio tuvo que ser ingresada en una clínica de cardiología, de Portoviejo, tras presentar síntomas asociados al covid-19. Allí, los médicos confirmaron a través de una prueba PCR que estaba infectada con el virus. Posteriormente fue trasladada al Hospital de Especialidades del Ministerio de Salud Pública. en donde permaneció durante dos días.
La octogenaria, que sufre de alzheimer, hipertensión y recibe diálisis, fue atendida por un equipo de especialistas, pero al no tener cooperación para tomar la medicina fue enviada a casa para continuar tratándose.
Precisamente, fue en casa con los cuidados de sus hijos y nietas, que la abuela Esther empezó a recuperarse y hoy es una sobreviviente del covid.
Gema, quien es una de sus nietas, cuenta que los médicos, neumólogos que acuden a examinarla, se quedaron sorprendidos por el buen estado de salud que presenta. “Ella ha tenido algunas recaídas con cuadros neumológicos, pero ha logrado reponerse notablemente”, manifiesta la mujer.
Actualmente Esther sale negativa a las pruebas. No ha quedado con afectaciones, puede respirar bien y hasta se ríe de las bromas que hacen sus nietos.(I)
Estuvo bien cuidada por sus compañeros de enfermería
En marzo Stephanie recibió la peor noticia de su vida. Debía quedarse internada en el Hospital Los Ceibos de Guayaquil. El virus del covid-19 había afectado por completo su pulmón izquierdo. “No quería quedarme en el hospital porque tenía mucho miedo de salir muerta ante tantos casos”.
Luego de permanecer 15 días ingresada recibió el alta. Stephanie respondió con rapidez a los fármacos que le administraron.
“Noté que más rápido salían los hombres. El día que me dieron de alta estaba feliz a pesar de que no podía abrazar a mi familia, pero podía verlos de lejos. Todos lloramos”.
Ella, quien es supervisora del área de enfermería del nosocomio, asegura que está agradecida con el personal médico y sus compañeros del área de emergencia que salvaron su vida. “Ellos me animaban todos los días”.
En la actualidad el virus dejó secuelas en su organismo, siente que se ahoga debido a que el 80% de sus pulmones se pudo recupera. Además sufre de insomnio.
“Desde que empezaron los síntomas dejó de dormir por temor a no volver a despertar”, dicen sus allegados. Pese a todo, Stephanie agradece estar con vida. “Pude tener la dicha de contar lo que me pasó y estar de vuelta con mis seres queridos. Hay personas que fallecieron, yo pude salir de esto”. (I)
Tres meses hospitalizada y pudo volver a ver a sus hijos
Después de pasar tres meses en la unidad de cuidados intensivos, Teresa Chica, de 65 años, volvió a reencontrarse con su hijos y nietos.
En mayo empezó su pesadilla con el virus. “En casa empecé a ahogarme hasta que un día amanecí en el hospital con un tanque de oxígeno y rodeada de médicos con trajes y equipos de protección. Decían que ya me moría pero aquí estoy, gracias a la bendición de Dios”.
En la actualidad Teresa, quien padece de cirrosis y es hipertensa, cada día mejora su estado de salud desde que, semanas atrás, fue dada de alta en el Hospital Los Ceibos.
Hoy ella puede respirar sin necesidad de oxígeno.
Además, realiza terapias físicas para fortalecer sus músculos luego de pasar meses en cama. “Quisiera volver a caminar como antes, pero sé que debo ser paciente y cuidarme”.
Asegura estar agradecida con la atención recibida pese a no ser afiliada del IESS. Para su hija María Josefina Herrera, quien es enfermera del sanatorio,
su madre es un milagro de Dios. Pudo cuidar de ella. “Gracias a Dios tuve la oportunidad de poder estar con ella y darle apoyo. Cuando mi mamá adquirió el virus se me vino todo abajo. Pensé que la perdía y eso fue un trauma familiar; trabajar y a la vez atender a pacientes covid fue un reto para mí”. (I)