Papa arremete contra cultura del "descarte" y del "consumo" en misa en Bolivia
El papa Francisco arremetió ante una multitud de bolivianos contra la cultura "del descarte" y del consumo en su primera misa celebrada en Santa Cruz de la Sierra este jueves, durante su segundo día de visita en el país.
"Jesús nos sigue diciendo en esta plaza: Sí, basta de descartes", clamó el papa argentino tras criticar la "lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, de consumo, todo negociable", en la inmensa plaza de Cristo Redentor.
Francisco condenó también la lógica que descarta "a todos aquellos que no producen" y no ofrecen resultados, sólo porque "no nos dan los números, no nos cierran las cuentas".
"No es necesario que nadie se vaya. Basta de descartes, denles ustedes de comer", agregó, recordando el evangelio de la multiplicación de los panes y peces.
En su homilía, pronunciada por primera vez ante miles de indígenas de varias etnias bolivianas, quechuas y aimaras, que llegaron de distintas regiones del país, Francisco habló de los olvidados y descartados del mundo, en particular de las mujeres, que "cargan sobre sus hombros (...) las injusticias que no parecen detenerse", lamentó.
"Cargan sobre sí, el gozo y el dolor de una tierra. Ustedes llevan sobre sí la memoria de un pueblo", reconoció al mencionar poblaciones con una historia antigua.
El jefe de la iglesia católica advirtió a todos los bolivianos que un pueblo sin memoria o "con la memoria anestesiada" se vuelve "individualista", "debilita las esperanzas" y "pierde la alegría", un concepto que ilustró también en Ecuador, primera etapa de su viaje a Sudámerica, iniciado el domingo y que concluye ocho días después en Paraguay.
"La mirada de Jesús no acepta una lógica que siempre corta el hilo por el lado más débil, por el más necesitado", clamó.
Desde que inició su pontificado, en marzo de 2013, el papa ha subrayado la importancia de superar una "cultura del descarte" y promover la "cultura del encuentro", para avanzar hacia un mundo más justo y pacífico.
"Una vida memoriosa necesita de los demás, del intercambio, del encuentro, de una solidaridad real que sea capaz de entrar en la lógica del tomar, bendecir y entregar; en la lógica del amor" concluyó. (I)